Un jubilado de 70 años fue detenido y enfrenta una investigación por el presunto abuso sexual de una nieta de 16 años.

El hecho supuestamente ocurrió el 4 de febrero pasado, cuando la adolescente fue de visita a la casa de sus abuelos paternos, ubicada en Chimbas.

La denuncia indica que en horas de la tarde, alrededor de las 17.30 y aprovechando que su esposa había ido al baño, el anciano abordó a la víctima cuando ella estaba en la cocina preparando un licuado. Según fuentes judiciales, el sospechoso se colocó detrás de ella, con una mano le tapó la boca y con la otra le tocó los pechos por debajo de la ropa. En ese momento expresó groserías, le pidió que no dijera nada, le dijo que le iba a gustar y que a eso no lo podía hacer con la abuela. Siempre según la denuncia, el anciano luego le sacó la mano de la boca y la tomó con violencia del brazo derecho, dejándole una marca en la muñeca. Después, cuando la adolescente fue hacia el comedor, se puso frente a ella, la abrazó, colocó las manos en sus glúteos, le besó el cuello y le succionó los pezones, consta en el expediente.

La denuncia fue radicada por la madre de la adolescente (está separada del hijo del acusado) el pasado viernes. Y el domingo el sospechoso fue apresado por la Policía durante un allanamiento en su domicilio.

Ayer, los ayudantes fiscales Alejandra Guevara y Benjamín Spatzer (UFI Anivi) pidieron al juez de Garantías Eugenio Barbera un plazo de un año para la investigación y prisión preventiva para el sospechoso por el mismo término, a cumplir en el Servicio Penitenciario, por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo. Pero el magistrado falló a favor del defensor Leonardo Villalba, que había solicitado la libertad de su cliente o, subsidiariamente, el arresto domiciliario por su avanzada edad. El juez entonces le dictó dos meses de prisión preventiva a cumplir en su vivienda, y concedió a Fiscalía 6 meses para la investigación. El acusado ayer se negó a declarar, pero mientras los ayudantes fiscales oralizaban la acusación movía su cabeza hacia los costados, como negando los hechos. Un examen mental confirmó que comprende la criminalidad de sus actos. Mientras que otra prueba que tiene en contra es que un legista constató las lesiones en el brazo derecho de la víctima.

Para el futuro de la causa es clave la audiencia videograbada (Cámara Gesell), que se realizará en los próximos días.