Por estos días, la vida de Marcelo Juan Arias (20) parece ir de una desgracia en otra. Lo demuestran los hechos: el domingo en la noche fue víctima de un peligroso ataque cuando dos facciones opuestas de la hinchada del Club Atlético de la Juventud Alianza se enfrentaron en uno de los accesos a la cancha y recibió un disparo en la zona derecha de su cadera. Luego de las curaciones de rigor pudo volver a su casa en el barrio Roque Sáenz Peña, en Santa Lucía, pero ayer en la mañana le cayeron encima los policías de la seccional 5ta. al mando del comisario Abel Quinteros y pasó al calabozo preso por robo, aunque de allí partió y volvió luego de ser sometido a una operación para extraerle el proyectil, dijeron fuentes policiales.

Para los policías, las sospechas sobre Arias como supuesto ladrón tienen bastante sustento, como testigos y el secuestro de un televisor plasma 42 pulgadas que encontraron en poder de Miguel Olivera, supuesto gremialista, también detenido ayer por policías de calle de la seccional, encabezados por el oficial Andrés Flores y el agente Gustavo Fuentes.

El televisor había sido sustraído a una familia de apellido Caliz el 19 de enero pasado junto con otros objetos en su vivienda del barrio Centro Empleados de Comercio, dijeron fuentes policiales. Y la policía sospecha que Arias, otro menor de 17 años también detenido ayer el cabo de 6 allanamientos y otros dos sujetos identificados pero prófugos, son parte de una banda dedicada a robar casas en varios barrios de la zona.

El domingo pasado, el balazo a Arias con un arma calibre 32 abandonada en el lugar fue la consecuencia más grave de los enfrentamientos internos de la hinchada de Alianza (se habla de los históricos "Gordos" contra "los del Fito"), que ya registra otro cruce gravísimo: el balazo que recibió Alejandro Echegaray en otro enfrentamiento en el ingreso al estadio por ruta 20 (calles Colón e Yrigoyen) el pasado 18 de enero.