Alejandro Sánchez (22 años, remisero, policía comunal en Rawson) no podía creer lo que veía. Ocurrió sobre las 7 de ayer, cuando le hacían 4 puntos en la frente, 7 más en su brazo derecho y lo curaban de otros dos puntazos menores en su espalda fruto del violento ataque de tres mujeres y un sujeto con armas blancas, para robarle en un barrio de Concepción, Capital. Justo al lado suyo, cayó a curarse de un corte en su mano derecha, una joven que al personal del hospital le dijo haber sido lastimada en un asalto y a los policías les habló de un accidente en medio de una discusión con su pareja. Pero apenas la vio, Sánchez supo quién era la joven y que mentía: era -reveló ayer- la que empuñaba una navaja con la que cortó el brazo derecho y lo hirió en la espalda. Con esa arma ella se cortó la mano, cuando se atascó en un asiento y con el envión su mano corrió por el filo.
Cuando la vio bajó la mirada, le reveló el dato a su patrón en ’Sumampa’ remis y también a los policías: minutos después el cabo Javier Rodríguez y agente Néstor Sánchez (Cuerpo Especial de Vigilancia) dejaban detenida a Maira José Lima (22), igual que a su pareja, un sujeto de apellido Mercado que la llevó al hospital. Este sujeto no estuvo en el robo, pero investigan si tuvo otra participación.
Sánchez relató que a las 6.45 de ayer había levantado a Lima, con dos mujeres más y otro joven en Córdoba y Rawson, Capital, para llevarlos al barrio Candelaria, en Concepción, Capital. Y que cuando llegaron al cruce de prolongación Rioja y Dorrego, el sujeto le manoteó y destrozó la llave del vehículo, y enseguida comenzó una pelea de 4 contra 1 dentro del auto. Ahí Sánchez sufrió cortes en el brazo y la espalda. Y fuera del remís una gran herida en la frente con un hierro, que le propinó el ladrón. Ahí también perdió unos $800 de recaudación, unos $130 suyos, con un pendrive y cigarrillos, hasta que dejó de resistirse y pidió ayuda a los vecinos mientras arrojaba piedras a los ladrones que, empecinados, intentaban romperle los vidrios al auto.
’Agradezco que no tuvieran un arma de fuego porque podría haber pasado otra cosa. No tengo miedo, pero ahora voy a tener más cuidado’, dijo ayer el joven herido.