Rodolfo López (58) cambió una manguera para continuar el riego y se sentó a tomar el mate que había interrumpido cuando le aparecieron dos sujetos, con rostros cubiertos y apuntándole con armas de fuego. Intentó resistirse, pero dos violentos cachazos en la cabeza lo hicieron comprender enseguida que cualquier resistencia sería en vano: "Quedate piola, no hagas nada, la cosa no es con vos", le remarcaron los delincuentes. Y enseguida continuaron con sus propósitos: ataron de pies y manos al sereno, lo encerraron en un baño y luego de violentar una puerta sustrajeron tres heladeras, tres calefones, algunos bidet y hasta la radio que tenía López, para cargarlo en un vehículo y desaparecer.

Todo pasó alrededor de las 23.45 del sábado en el futuro Barrio Los Cerros (110 viviendas), ubicado en calle 5, unos 400 metros al Este del cruce con Hipólito Irigoyen (más conocida como San Miguel) en Pocito.

López aseguró ayer que hace como dos meses trabaja en el lugar en el que recién asoman las primeras viviendas. Y que había entrado a trabajar el sábado alrededor de las 17 para salir recién a las 8 de hoy.

Según explicó, la primera misión de los delincuentes fue aplicar un violento golpe con una piedra al perro que lo acompaña a cuidar. Y que una vez que ahuyentaron al animal lo encañonaron y lo metieron dentro del baño, atando sus manos con su propia camisa, sus rodillas con una camera y los pies con la remera del hijo del encargado.

En los minutos siguientes -explicó López- los ladrones se dedicaron a violentar una puerta de una habitación que da al fondo, en la que se guardaban los electrodomésticos y el resto de las cosas para equipar las viviendas, lo que iban a buscar.

Todo indica que en el golpe actuaron más de dos sujetos porque por los fondos también ingresó un vehículo (supuestamente una camioneta) en la que cargaron el botín. En la policía están convencidos de que los ladrones son de la zona y sabían lo que buscaban, y que por esa razón ocultaron sus rostros al sereno.

"Me dieron dos golpes en la cabeza… es la primera vez que me pasa algo así, pero de esto vivo y tengo que seguir trabajando", dijo ayer López en su lugar de trabajo.