En octubre del 2009 fue el incendio intencional de su carpintería. El 7 de noviembre del año pasado, entraron a la vivienda y se llevaron casi de todo. En febrero último les tiraron un balde con combustible en llamas. Hace dos meses, le robaron dos jamones. Y ahora les arrojaron tres bombas incendiarias contra la casa, que provocaron el incendio de un cañaveral colindante y daños en la puerta de la camioneta de la familia. Este último atentado cansó a la familia, que tiene miedo y no descarta mudarse. El dueño no acusó a nadie, pero la Policía investiga si la agresión viene por algún conflicto del damnificado con otras personas, en particular con un vecino.

El atentado se registró ayer a las 3 de la madrugada en la propiedad de José Antonio Tapia, en General Acha al 3.098 Sur cerca de ruta 40, Rawson. Primero ladró el perro y después escucharon una explosión. El hombre junto a su mujer Laura y sus dos hijas (de 14 y 20 años) salieron y ya estaba ardiendo el cañaveral que bordea la finca. ‘Tiramos agua con lo que teníamos a mano. Pude apagar el fuego en la camioneta y la saqué, o si no se me quemaba entera’, dijo el hombre, que trabaja en Salud Pública y fabrica chacinados caseros. Más tarde llegaron los bomberos, que evitaron que el fuego agarrara a una galería y la vivienda.

Tapia con la policía encontraron restos de tres bombas ‘Molotov’ que arrojaron en el cañaveral y la camioneta, pero además hallaron otras tres botellas, similiares a las utilizadas para salsa casera, preparadas con nafta y trozos de tela roja que no alcanzaron a estallar. El dueño de casa aseguró que no puede acusar a nadie porque no tiene pruebas, pero trascendió que la Policía investiga si un vecino tiene relación con el hecho o si el atentado viene por otros problemas con el damnificado. Hay versiones que vieron un Volkswagen Bora, otros hablan de un Gol, según las fuentes.