Los atracos a mano armada no sólo se viven y sufren en el Gran San Juan, también se sienten en carne propia en el interior. Días atrás fue el violento robo contra la estación de servicio de El Encón en 25 de Mayo, ayer les tocó a una anciana y su sobrina que fueron asaltadas en su propia casa en La Puntilla, San Martín. En la madrugada, los ladrones destrozaron la puerta a patadas y después de amenazarlas con un revólver, se llevaron 14.000 pesos y un celular.
María Beatríz Videla (59) y su tía Blanca Silva (90) estaban a punto de acostarse a dormir cuando escucharon que abrían la puerta de rejas del jardín de su casa en calle 20 Junio y María Conti de Tinto, en el B° Luis Tinto de esa localidad. ‘Quise ir a ver quién era, pero no llegue ni a la puerta. En ese mismo momento la patearon desde afuera y la partieron. Ahí me agarraron y me tiraron al suelo’, relató Videla, quien es conocida por su actividad pastoral y sus tareas comunitarias. De hecho, al menos uno de los delincuentes la conocía, pues en eso que le decía ‘esto es un asalto, dame la plata’, alcanzó a llamarla ‘Doña Beatríz’, tal como la conocen.
La anciana de 90 años escuchó los ruidos y salió al comedor, donde también fue reducida junto a Videla a punta de revólver. Las mujeres contaron que los sujetos cubrían sus rostros con pañuelos y lentes oscuros. Del miedo que tenían, ambas empezaron a rezar. Al rato, las dos se fueron a la cocina, al notar que los delincuentes estaban más distendidos, y se quedaron sentadas. Uno de los ladrones permanecía en la puerta vigilando, mientras el cómplice entró a revisar los dormitorios y otras partes de la casa.
‘Nos pedían dinero y yo les explicaba que no teníamos, ¿dónde íbamos a sacar si ayudo a la gente? Mi mamá (así llama a su tía) le decía que tomaran conciencia y reflexionaran, que cambiaran de vida y que no hicieran el mal’, relató Videla. Los delincuentes estuvieron alrededor de 15 minutos. A todo eso, el que entró a los dormitorios ya se había apoderado de los 14.000 pesos que guardaban en una cartera y que eran ahorros de las mujeres. Lo único que hicieron los ladrones antes de huir, fue cortar el cable del teléfono fijo y llevarse el celular. A los segundos se escuchó un auto que se alejaba.
Sospechan que fue un atraco planificado, quizás los delincuentes estaban convencidos que las mujeres tenían una importante cifra de dinero. El que llamó ‘Doña Beatríz’ a Videla es, sin duda, de esa zona de San Martín.