Eran las 14.30 de ayer. Unos 12 clientes y la encargada del local "Cibermanía", ubicado en pleno microcentro capitalino, estaban frente a sus computadoras jugando, chequeando mails y chateando. Muchos de los clientes eran menores. Hasta ahí todo era normal dentro de ese ciber. Pero de repente, dos sujetos ingresaron y sin dudarlo, le pusieron un arma en la cabeza a la operadora mientras su cómplice cerraba la puerta. Algunos de los clientes se pararon sin entender que pasaba y de inmediato uno de los ladrones los encañonó, dejando en claro sus intenciones. Luego, los delincuentes llevaron a todas las víctimas hasta el baño y encerraron a unos pocos, no sin antes revisarlos y quitarles lo que podían. Es más, a un menor que trató de esconderse debajo de un escritorio, le robaron las zapatillas. Tras 15 minutos de pesadilla, los ladrones huyeron con 3 playstation 2; $200 de la recaudación, plata y los celulares de las víctimas, precisó ayer Marcelo Sarina, dueño del comercio asaltado.
El ciber atacado está ubicado desde hace dos años en el costado Este de calle Tucumán, unos metros al Sur del cruce con Santa Fe, Capital. A la hora del asalto, una joven de 19 años atendía el local, en el que habían unos 12 clientes cuando los delincuentes, con gorras, anteojos y esgrimiendo dos armas (serían una pistola 9mm. y un revólver), sorprendieron a todos, afirmó Sarina.
Ahí encañonaron a la operadora y llevaron a los clientes hasta el fondo del local. Uno de los malvivientes comenzó a revisar la registradora y sacó los $200. Luego, desconectó las 3 consolas de videojuegos y las echó en un bolso, según lo que le dijo la empleada a Sarina.
Mientras tanto, el otro ladrón encerró a unos clientes en el baño, revisó a todos y les sacó sus celulares y plata, dijeron en la policía. En ese momento fue que el asaltante se percató de un chico que se escondía debajo del escritorio y le quitó las zapatillas. Después, los ladrones ingresaron a un depósito donde reparan las computadoras, "pero todavía no sé que se llevaron de ahí", afirmó el propietario del local. Luego, los dos se marcharon caminado tranquilamente con el botín.
"Esto fue demasiado violento para un ciber. Es la primera vez que nos asaltan y por más que tengamos toda la seguridad instalada acá, no alcanza. Qué va ser, hay que seguir trabajando", afirmó resignado Marcelo Sarina.