A Nancy no le sorprendió el llamado y no le pareció extraño que el sujeto la citara en plena siesta de ayer para cerrar una operación que prometía una jugosa de venta de celulares corporativos y más aparatos aún que el cliente le pedía para abrir locales propios. Hacía como 20 días que ese joven bien vestido y con tono porteño, amagaba con una gran compra y se daba aires de importante, como su mención de ser hijo de uno de los accionistas mayoritarios del grupo empresarial que le compró negocios a Roberto Basualdo. Y Nancy Castro (50 años, foto) viajó de Rawson a su local de subagente de telefonía de "Claro’ en General Acha, metros al norte de Santa Fe, en pleno microcentro capitalino. Y abrió a las 15,30, y le sebó unos mates al joven que aducía tener hambre después del viaje en avión desde Buenos Aires. Y le pidió agua, no la fresca que tenía a mano, sino mezclada con natural por la garganta. Pero apenas la mujer fue hasta el fondo, detrás de un biombo, el falso cliente desnudó sus intenciones: sacó un pequeño cuchillo curvo, amordazó y ató de pies y manos a la mujer, y literalmente limpió los exhibidores donde tenía celulares. Después, Nancy se arrastraría hasta la puerta a pedir auxilio. Anoche, aún shockeada, la mujer estimaba que le robó al menos 25 aparatos, varios de ellos muy costodos.
Asalto a mano armada en pleno microcentro

