Un cuchillazo casi en el medio del pecho, otro en la nuca cerca de una oreja y otros cuatro profundos puntazos en el cuello. Con esas heridas, y completamente desnudo, encontraron asesinado a un oficial de policía en el interior de su auto ayer en la siesta en el camping de la Costanera en Chimbas. Por la saña con que lo mataron, los investigadores barajan como principales hipótesis la de un drama pasional o una venganza y todo apunta al mundo de la comunidad homosexual. Y es que la víctima trabajaba como policía y a la vez no ocultaba su condición de gay, hasta hacía presentaciones artísticas como Drag Queen, confirmó ayer la ONG La Glorieta. Anoche, no habían detenidos ni demorados.

Mario Alberto Vega, de 52 años, era oficial inspector y trabajaba en la Seccional 24ta de Rawson. El comisario Juan Reina, su jefe, contó que habló por teléfono con Vega antes que se retirara el lunes a eso de las 22.35 de la dependencia. Se fue de lo más normal, relataron sus compañeros, pero nunca llegó a su casa en Villa Urquiza, Santa Lucía, donde vivía con su madre. Hay versiones de que pasó unos minutos por la casa de su abuela y después nadie más lo vio.

MISTERIO
Lo curioso es que no apareció por el asado del cual participaba todos lunes en casa de un amigo en calle Comandante Cabot, Rawson, y no se sabe adónde estuvo ni con quién, dijo un alto mando policial. La supuesta pareja, identificada como Martín Ortíz, tampoco fue a ese encuentro, pero aseguró que no vio Vega en la noche del lunes ni la madrugada de ayer, reveló un investigador. Sus hermanas empezaron a preocuparse en la mañana al ver que el oficial Vega no había regresado y llamaron a sus conocidos para saber sobre su paradero.

A las 14,20 el agente Carlos Recio, de la Motorizada Nº5, halló ese auto Fiat Uno con un cadáver en su interior, en el Camping Municipal de Chimbas, en la Costanera. No tardaron de confirmar que era el oficial inspector Mario Vega. Su cuerpo estaba ensangrentado, desnudo y boca arriba en el asiento trasero. Al coche le falta sólo la llave y estaba sin traba, dijeron. Más tarde el juez José Vega, la secretaria penal Gladys Capdevilla, el fiscal Fabrizio Médici y el comisario general Pedro Masueli, al frente del operativo, constataron junto con los peritos que Vega tenía (en un primer examen) 6 cuchillazos y marcas como de quemaduras que le dejaron despellejada la piel en los brazos. No estaban su uniforme, su pistola y una notebook que supuestamente llevaba, explicaron. Su gorra y sus borceguíes aparecieron en la parte de adelante del coche. Atrás del auto encontraron unas bolsas con ropa de mujer, zapatos tacos altos y maquillaje, dijeron los policías. El arma homicida no fue hallada. Llamó la atención que hubiera poca sangre dentro del vehículo, eso hace suponer que a Vega lo mataron en otro lugar y a posteriori lo abandonaron junto a su auto a ese camping.

SOSPECHAS
Los propios jefes policiales y el juez José Vega reconocieron que investigan la vida intima del oficial asesinado y a sus amigos homosexuales. En esa dirección apuntaban las sospechas y como principales hipótesis manejaban la del crimen pasional, posiblemente después de un encuentro, o la venganza de otra persona de su entorno. Tampoco descartaban un robo, aunque no les cuajaba. La policía tomó declaración a varios de sus amigos y surgió el dato sobre otro efectivo policial con el que la víctima supuestamente tenía disputas, dijo un alto jefe. Anoche, al cierre de esta edición, los investigadores allanaban la casa de esa persona.