El traslado. Los peritos levantan el cadáver del hombre de 31 años que apareció en un baldío a metros del barrio Laprida, en Chimbas.

La hipótesis es que había una vieja rencillas entre esos jóvenes, todos vecinos del barrio. Y que dio la casualidad que se cruzaron de madrugada estando ebrios y que ahí saldaron sus deudas; o mejor dicho, los dos o tres amigos que andaban juntos se ensañaron con aquel otro muchacho que estaba solo. El resultado fue sangriento y macabro. Horas más tarde encontraron el cadáver de la víctima en un baldío, en calzoncillo y con al menos 15 puntazos, la mayoría en el tórax, abdomen y espalda.

El cuerpo de Emanuel Antonio Araya, de 31 años y apodado "el Bibi", fue hallado a eso de las 9 de la mañana de ayer por su padrastro que salió a buscarlo al notar que no llegaba a su casa. El cadáver estaba a 70 metros de su vivienda, en un baldío detrás de una bodega, cerca de las calles Patagonia y Río Gallegos, en Bº Laprida. Anoche, la Policía tenía detenidos a dos jóvenes vecinos de apellidos Bustos y Barrionuevo, como sospechosos del crimen, aunque se hablaba de que uno de ellos podría despegar, según fuentes judiciales. También trascendió que había otro que estaban buscando.

Hoy podría conocerse el resultado de la autopsia. Ahí se sabrá cuántas heridas tenía.

Araya vivía con su madre y sus hermanos mellizos, hacía changas y tenía la costumbre de beber los fines de semana, contaron allegados a la familia. Según datos que recogió la Policía, el muchacho andaba ebrio ayer en la madrugada.

Dolor. Uno de los hermanos de “el Bibi” Araya es consolado y acompañado por sus parientes.


Una primera versión decía que estaba tomando en la puerta de su casa con al menos dos jóvenes, con los cuales después discutió y entonces estos lo atacaron. Sin embargo, anoche tomó fuerza la hipótesis de que aparentemente "el Bibi" Araya pasó caminando por un sector del barrio y se cruzó con esos muchachos, con quienes tenía una vieja disputa o una deuda por un problema anterior. Que fue ahí que estos se le vinieron encima y lo atacaron salvajemente.

Sangre. Los investigadores levantaron muestras de manchas de sangre en la entrada de la casa de la víctima.


La sospecha de los investigadores es que lo persiguieron hasta la puerta de su casa y le dieron algunos puntazos. La prueba está que hallaron rastros de sangre en la entrada. Y que posteriormente se fueron peleando o lo llevaron arrastrando hasta el baldío, donde lo clavaron otros cuchillazos. Uno de los agresores habría aprovechado para meterse a la casa y sustraer un microondas. Se cree también que quisieron robarle la ropa a la víctima, por eso se la quitaron, pero cuando vieron que estaba moribundo se la dejaron tirada a un costado. Igual todas son suposiciones. El juez Pablo Flores y la Policía anoche buscaban certezas para armar el rompecabezas y aclarar cómo y quiénes mataron a "el Bibi" Araya.