La apropiación de una casa habría sido el móvil de un brutal asesinato en la ciudad de Rosario. La víctima, Norberto Fabián Iunnisi, tenía 45 años y su mamá tuvo que escuchar con impotencia cómo lo atacaban desde el baño, donde la habían dejado encerrada los asesinos. A menos de 48 horas, la causa tiene un detenido y otros dos sospechosos prófugos.

“¡Me lo mataron!”, fueron sus primeras palabras, un alarido desgarrador, cuando la mujer logró liberarse y salió desesperada a la calle minutos después de las 8 del jueves. A simple vista, su hijo tenía golpes en todo el cuerpo y lo habían apuñalado seis veces en el pecho. Pero ya no respiraba.

Solo unos minutos demoraron en tejerse las primeras hipótesis sobre lo que había ocurrido. Al parecer, el disparador del crimen fue una casa que Iunnisi tenía alquilada en zona norte a una persona que a su vez la subalquilaba. De acuerdo al testimonio de la familia, cuando la víctima se enteró que esas personas habían convertido el lugar en un punto de venta de drogas decidió poner en venta la propiedad y empezó el conflicto.

El miércoles el hombre asesinado había pactado un encuentro para resolver el tema con su inquilino, un varón trans que llegó hasta la escena del homicidio, en Mendoza al 4600, a bordo de una moto y acompañado por dos hombres. Varios vecinos refirieron después haberlos visto a los cuatro hablar en la vereda y finalmente entrar todos juntos al domicilio.

“Se trató de un intento de robo de unas escrituras, en el que participaron tres hombres. Ante la negativa de Iunnisi de entregar esos documentos, lo agredieron y le provocaron la muerte mediante arma blanca y algunos golpes”, resumió el fiscal Adrián Spelta en diálogo con La Capital, sobre las motivaciones del asesinato. Los testimonios y los videos de las cámaras de seguridad de la zona facilitaron la detención de uno de los tres sospechosos en apenas cuestión de horas.

Para los investigadores, la víctima cayó en una trampa mortal. Los homicidas lo habrían convencido de tener una reunión con la excusa de comprarle la casa. Iunnisi aceptó sin imaginar siquiera el riesgo que corría y una vez que estuvieron solos en el interior de la vivienda discutieron. Uno de ellos llevó al baño a la mamá del hombre, de 76 años y la encerró, mientras los otros ya habían puesto en marcha su plan criminal.

Iunnisi era un vecino conocido y querido en su barrio. Tenía 48 años. “Era un tipo diez puntos. Solidario. Siempre lo podías ver en alguno de los dos bares que hay en la cuadra”, explicó un vecino de calle Mendoza. “Hace muchos años vivía acá. Era sumamente alegre y gentil. Siempre te tiraba la mejor energía. Nos cuidaba a todos. Miraba a los nenes cuando hacían mandados. Nos ayudaba cuando cualquiera de las vecinas íbamos a tirar la basura. Una buena persona. Ahora estaba saliendo de una depresión tras la muerte de su pareja. Vivía con la mamá”, agregó otro.

Fuente: TN