Existieron casos de asaltos a mano armada en zonas rurales en lo que se llevaron maquinarias, animales y hasta cargamentos de aceitunas y pasas de uva, pero jamás se escuchó de atracos que tuvieran como botín materiales de construcción. Sin embargo, esto último se dio ayer en la madrugada en la obra de una futura escuela en las afueras de la villa cabecera de 25 de Mayo, donde un sereno fue atacado a punta de pistola y a golpes por dos encapuchados. Tal parece que eran más de 6 ladrones que, una vez que tuvieron reducido al obrero, cargaron 100 bolsas de cemento y otras 30 de cal a un vehículo y después escaparon en medio de la oscuridad. En mayo pasado, una banda perpetró un hecho similar en una finca de ese mismo departamento (ver recuadro).

El insólito atraco sucedió ayer alrededor de las 5 y tuvo como víctima a Oscar Farías (43), quien permaneció de rodillas durante 20 minutos mientras los delincuentes saqueaban parte de los materiales del predio situado en las Calles 4 y Enfermera Medina, en Santa Rosa. Allí se construye la Escuela de Educación Especial de 25 de Mayo.

Alejandro Torres, el encargado del depósito en esa obra, contó que Farías estaba dentro del edificio cuando fue emboscado por dos encapuchados, uno de los cuales le apuntó con una pistola 9 milímetros. También empezaron a darles golpes de puños y patadas en el piso, a la vez que le quitaron la billetera y el celular. Una versión policial señala que el sereno fue puesto de rodilla y mirando contra una pared y le dijeron que no se moviera. En esos momentos, la víctima escuchó el ruido del motor de un vehículo.

Se supone que ahí empezó la otra parte del plan, que fue robar parte de los materiales que habían traído el jueves último. Los investigadores y los propios obreros creen que actuaron al menos 6 hombres, dado que se tomaron el trabajo de acarrear 100 bolsas de cementos de 50 kilos cada una y otras 30 de cal. Todo eso fue lo que se llevaron en ese vehículo. Se sospechan que sería un camión, ya que es imposible llevar esa carga en una camioneta.

Algo pasó, o no les dio el tiempo, para robar un botín mayor puesto que había más bolsas. El sereno denunció en la Seccional 10ma que calcula que estuvo 20 minutos de rodilla hasta que volvió el silencio. Fue entonces que se puso de pie, caminó hacia afuera y notó que los ladrones ya no estaban. Después salió corriendo a buscar ayuda.

La semana pasada, Farías había enfrentado a un ladrón que quiso meterse al depósito. Ahora, por seguridad, le pondrán otro sereno para que lo acompañe.