Dos chicas fueron asesinadas y otras dos agonizan, tras un misterioso ataque a tiros cometido esta madrugada en Florencio Varela. Según informaron fuentes del caso a Clarín, las jóvenes -en principio trascendió que tienen entre 14 y 17 años- fueron baleadas cuando caminaban por Senzabello y Los Andes. Las chicas habían estado en un boliche de la zona "Santa Diabla" y fueron atacadas a unas 25 cuadras de ese lugar.

Según pudo reconstruir Clarín, a las 6.15 las víctimas se acercaron a la remisería "Mirage", sobre la avenida Senzabello. Allí averiguaron cuánto salía un viaje al Barrio El Alpino. Cuando les informaron el costo, las chicas optaron por irse caminando hasta la parada del colectivo.

El lugar donde balearon a las chicas en Florencio Varela.

"Instantes después nosotros escuchamos la balacera. Salimos y las vimos tiradas en la calle. Una de ellas quería gritar pero tenía un balazo en la gargante". Fue un horror", dijo uno de los empleados de la remisería. En el barrio aún no salen de la conmoción. Otro vecino de la zona contó que hace pocos días, en el mismo lugar habían matado a otro joven. Otro testigo, también remisero, ​contó que vio a las chicas cuando pasó con su auto. Estaban hablando con un hombre que vestía remera roja. Segundos después escuchó los tiro.

Según la agencia Télam, las dos fallecidas fueron identificadas como Sabrina Barrientos (15) y Denise Juárez (17), ambas menores, quienes recibieroen seis y nueve disparos respectivamente. Voceros de la investigación precisaron que los efectivos de la comisaría 3ª de Florencio Varela que se acercaron hasta el lugar pudieron recoger 11 vainas servidas de calibre 9 milímetros y constataron que a las adolescentes no les faltaba ninguna pertenencia, por lo que los investigadores en principio descartan la hipótesis de un intento de robo.

Junto a las víctimas mortales iban otras dos jóvenes, que también fueron baleadas y tuvieron que ser derivadas al hospital Mi Pueblo, de Varela, donde a una de ellas la operaron para extraerle una bala del cuello. Su estado es crítico, al igual que el de la otra sobreviviente. Tienen 15 y 16 años.