‘La saqué barata porque el tiro me podría haber pegado en la cabeza si no les corría el arma’, decía el agente de la Policía provincial Gustavo Peñaloza, luego de vivir ayer al mediodía una situación límite en Pocito: cuando se iba a trabajar en su Chevrolet Astra, una rueda se le desinfló, se paró a cambiarla y cuando estaba en esa maniobra aparecieron 2 ‘motochorros’ armados. Uno de ellos le apuntó a la cabeza para que le entregara el rodado, pero el efectivo le manoteó el arma y ahí le dispararon. El plomo le atravesó el dedo índice derecho y los ladrones escaparon sin robar nada. Tras el ataque, el herido pidió ayuda por teléfono a sus compañeros de la Comisaría 7ma de Pocito.
Peñaloza contó a este diario que hace unos días se le había pinchado la rueda trasera izquierda de su auto y andaba con el auxilio. ‘Ya estaba parchada, pero no la había cambiado. Me iba a tomar servicio cuando se me desinfló el auxilio, así que me paré en la orilla’, precisó.
Eran las 13.40 cuando el policía, que iba sin uniforme, se detuvo a cambiar la rueda a un costado de calle Lemos, entre calles 8 y 9, Pocito. ‘Ya la había cambiado; le había puesto 2 de las 4 tuercas cuando se pararon estos tipos adelante de mi auto en una moto grande. No sé si era una 400cc o una 750cc. Estaban bien vestidos. Si hasta pensé que eran preventistas porque el que se bajó llevaba un bolso y lo abrió mientras caminaba hacia mí. Nunca pensé que era un ladrón’, comentó el policía.
Cuando el malviviente tuvo a tiro a Peñaloza, lo encañonó y le exigió que le entregara su vehículo. ‘Estaba agachado y lo único que atiné hacer fue agarrarle el revólver (sería calibre 38). Le agarré el caño y cuando lo tomé con la otra mano y me lo saqué de la cara, disparó. Después me pegó un rodillazo que me tiró al piso y huyeron’, contó.