La prestamista. Esta es la supuesta prestamista. Se sospecha que es una cuenta falsa y que utilizan un nombre ficticio y las fotos de una chica que no se sabe de dónde es.

 

 

Un empresario minero cayó en la trampa de una banda de estafadores internacionales que le ofreció un préstamo de 200.000 dólares a tasa muy baja y que le sacó 20.000 dólares, algo más de 350.000 pesos, a través de giros postales y depósitos en cuentas bancarias extranjeras con la excusa de pagos por gastos administrativos. La víctima no sólo que no obtuvo el dinero para comprar la máquina que necesitaba, ahora se encuentra con el dilema de que no sabe a quién reclamar porque los delincuente aparentemente utilizan nombre falsos y operan en Alemania y Perú.

El caso ya es trabajado por los investigadores de la sección Defraudaciones y Estafas de la policía local, que recibió la denuncia de este empresario (cuyo nombre no trascendió) dedicado a la minería no metalífera. Por medio de averiguaciones en el consulado, se enteraron que hay argentinos estafados con la misma maniobra.

El historia se remonta a julio último. El empresario quería comprar una máquina cargadora y necesitaba dinero. Un comerciante le habló de una firma extranjera "Gral. de Presetamo"(sic) que daba préstamos en efectivo a tasa de 3% anual y prometió contactarlo con la encargada, una presunta prestamista alemana llamada Christina Krusch, la cual aparece Facebook ofreciendo créditos y da su dirección de mail y celular. La supuesta financiera cita un domicilio en la ciudad alemana de Mallrischatadt, dijeron.

El 21 de ese mes, la víctima empezó a recibir mensajes por Whatsapp de esa mujer que le ofreció el préstamo y la forma de pago, incluso le mandó la documentación para firmar. Así, acordaron un préstamo de 200.000 dólares a pagar en 60 cuotas de 3.590 dólares. Eso sí, previo a la acreditación del dinero, la mujer exigió al empresario una serie de pagos por gastos administrativos. El hombre no sospechó nada y giró dinero e hizo depósitos bancarios por 20.000 dólares a nombre de tres personas en Alemania. El damnificado explicó a la Policía que para hacer las transferencias presentó documentación a la Cámara de Comercio Exterior. Por eso creyó que todo estaba en regla.

La preocupación lo invadió cuando vio que transcurrían los días y no le depositaban el dinero prometido. Entonces se comunicó con la mujer, quien empezó con evasivas y luego no le contestó más. Así descubrió que era una estafa, que la chica no sería quien dice ser y es de Perú, y que tendría cómplices en Alemania. El comerciante que contactó al empresario con la prestamista quedó en la mira. Sin embargo, sería otra víctima de esa banda y también haría la denuncia.