En la recta final del último juicio oral y público por el resonante secuestro extorsivo de María del Carmen López de Barceló, entre el 9 y el 13 de agosto de 2002, sigue complicada la situación de los dos sujetos que restaba juzgar: el cordobés Martín Luzi (supuesto líder de la banda) y el sanjuanino Sergio Caparroz (nexo local). Por el problema de falta de jueces, el tribunal que se conformó con Raúl Fourcade (San Luis), Alejandro Piña y Roberto Julio Naciff (Mendoza) inició las audiencias el 27 de enero pasado y no en febrero como estaba previsto. Y hasta ahora los testigos claves contra ambos volvieron a comprometerlos: la empleada de los Barceló,

Romina García, señaló sin dudar a Luzi como quien encabezaba el grupo que la sorprendió aquel viernes en la mañana al llegar a su trabajo. Ese día querían secuestrar al hijo del empresario, pero no estaba y huyeron con su mujer y algunas cosas que le robaron hasta el barrio Solares de Otoño IV, Capital.

El otro testigo que complica a Luzi es su propio primo, Jorge Iván Heredia. Supuestamente por un problema de polleras, esa vez señaló a Luzi como el líder del grupo que cometió varios secuestros extorsivos y robos con armas, incluido el caso Barceló. El defensor oficial, Horacio Garcete, insistió en que Heredia declare. Y ahí hubo polémica: Fourcade argumentó que Garcete está facultado para gestionar y lograr la comparencia de testigos, el defensor replicó que no es así. Pero al cabo de tres horas de cuarto intermedio, el tribunal habló en Córdoba con Heredia y anunció que llegará a declarar el lunes a las 9.

Ese día también llegaría Marcela Robledo, la joven que acusó ‘Alejandro Cáceres’ (nombre falso de Sergio Caparroz) como quien le pidió retirar de la Terminal de Córdoba la encomienda con los $50.000 que el acusado le pidió por carta a Barceló tras la liberación de su mujer, para no molestarlo más.

Contra Caparroz también pesa el testimonio del sujeto de la inmobiliaria a quien alquiló la casa para el cautiverio, y el comerciante dueño de esa vivienda a quien Caparroz pidió permiso para poner una mediasombra.

Ayer, declararon además el exjefe de Policía Carlos Alcayaga y el gasista Renato López, quien creyó reconocer en la audiencia a ambos imputados como quienes lo atendieron cuando fue instalar el gas.

El primer juicio por el caso Barceló concluyó el 20 de setiembre de 2005 con las condenas de otro sanjuanino, el ya fallecido Roberto Campillay y los cordobeses, Cristian ‘Pando’ Díaz, César ‘Tato’ Cabrera, José Luis Bravo y Aldo Villafañe, estos tres últimos sorprendidos con la víctima el día que la policía local la liberó sin pago de rescate.