La joven de 18 años que murió en el hotel en el que se alojaba junto a sus compañeros durante el viaje de estudios a Bariloche (provincia de Río Negro) no fue víctima de ningún delito, sino de una muerte súbita. Así lo informaron desde el Ministerio Público Fiscal, donde sostienen la hipótesis firme de que Rocío Garrido sufrió su tragedia como consecuencia del cuadro de epilepsia que sufría. Incluso los responsables estaban al tanto del problema de salud y del tratamiento bajo medicación al que estaba sometida la chica, quien pudo viajar gracias a una autorización especial firmada por sus propios padres.