Este miércoles 2 de mayo quedará marcado un hito en la Justicia sanjuanina: Eduardo Francisco Calvo (27) se convirtió en el primer sanjuanino en recibir una pena de prisión efectiva por conducir muy ebrio (tenía 2.30 gramos de alcohol en sangre) y haber provocado en un accidente vial la muerte de la agente de la Policía Sabrina Romano Peruzzi (23 años) la madrugada del 27 de abril del año pasado, en Rawson.

 

Calvo fue condenado a 4 años de prisión efectiva y otros 10 años de inhabilitación para conducir un vehículo. La fiscal Claudia Salica había pedido 5 y 10 años, respectivamente. Quedó enmarcado como un homicidio culposo (no intencional) agravado por el estado de alcoholización.

 

 

 

 

El agravante es uno de los estipulados en el artículo 84 bis del Código Penal, vigente desde enero de 2017, y eleva las penas para los autores: el mínimo es de 3 años y el máximo, 6.

 

"Violó de manera exagerada y casi obscena las normas de tránsito (…) Cuanto más gravosa es la presencia de alcohol, más gravosas son las consecuencias", dijo la fiscal en su alegato.

 

La jueza Mónica Lucero decidió no contemplar la estrategia de la defensa de Calvo que planteó considerar el arrepentimiento de su cliente, su falta de antecedentes, y el hecho de que esa noche decidió "voluntariamente" ponerse a beber por los problemas de pareja que tenía.

El hecho

El hecho ocurrió alrededor de las 7,20 cuando la agente policial volvía por segunda vez de su trabajo en su moto, con casco y el chaleco reglamentario. Ya había llegado a su casa en Pocito, pero como se llevó una llave de su trabajo volvió a dejarla y otra vez enfilaba a su hogar por el lateral Oeste de la Ruta 40, cuando Calvo dobló por calle 5 al Norte, en Rawson, se cruzó de carril y Romano no pudo evitar el impacto a pesar de intentar esquivar el Peugeot 405 de Calvo. Una fractura en la base del cráneo, decretó la muerte de la policía ocho horas después.