G.D. estaba indignada. Tanto, que tomó el teléfono y se comunicó con este diario para descargar su bronca contra el fallo por el cual, días atrás, se le cambió el delito y le rebajó la condena a su cuñado, un empleado municipal de 59 años. Lo indignante para la mujer, fue que el propio imputado había ratificado el juicio abreviado logrado con la fiscal Marcela Torres a través de su abogado, Mario Morán, y aceptaba cumplir 6 años por las sucesivas violaciones perpetradas contra su sobrina desde los 8 años y hasta poco antes de que cumpliera 14. Sin embargo, el magistrado Miguel Dávila Saffe (Sala I, Cámara Penal) entendió que tales violaciones no existieron porque un médico informó que no había lesiones. Y por eso le cambió el delito (le atribuyó abuso simple continuado) y lo condenó a 3 años y 8 meses de prisión efectiva, aunque el municipal sigue libre (pasó casi 2 años y fue liberado por una fianza de medio millón), porque el fallo aún no está firme.
"No es verdad lo que dice el juez, él violó a mi hija un montón de veces y quiero que haya Justicia, esperábamos una condena de 10 o 15 años y que lo manden al Penal por todo el daño que le hizo. Le robó la niñez a mi hija, él le metía miedo a mi hija, le decía que era un brujo y le iban a salir verrugas si llegaba a contar algo", contó ayer la mujer.
La fiscal Marcela Torres podría pedir la revisión de la sentencia ante la Corte de Justicia.