Costó, pero luego de una minuciosa investigación la Policía atrapó al principal sospechoso de darse a la fuga luego de poner en serio peligro la vida de una nena que pretendía cruzar la calle cuando la atropelló en su moto. Se llama Maximiliano Corzo, tiene 21 años y ayer se negó a dar su versión de los hechos ante el juez del caso, Federico Rodríguez (Cuarto Juzgado Correccional), dijeron fuentes de la investigación. Quedó preso, sospechado de cometer lesiones graves agravadas por haberse escapado, precisaron.

El hecho ocurrió el 3 de febrero minutos antes de las 17 en Güemes al Sur de Brasil, en Capital. Ese día Valeria Lima intentaba cruzar la calle con sus hijos, un varón de 15 años y una nena de 12, Victoria, cuando notaron que se acercaba una moto a toda velocidad. Según voceros del caso, la mujer sólo alcanzó a tomar a su hijo, pero la niña avanzó en el asfalto cuando el sujeto, sin frenar, la embistió y la arrastró por el pavimento. La nena quedó bajo la moto, quemándose con el caño de escape, el motor y el pavimento. En la desesperación, su mamá también se quemó los brazos para sacarle la moto de encima. En medio de esa confusión, un empleado municipal le robó el celular a la niña. Y lo peor, el conductor de la moto aprovechó para fugarse, no sin antes recibir una trompada del hermano de la nena.

Ahí comenzaría el peregrinar para dar con el sujeto. Pero el hermano de la nena herida y otro testigo tomaron la patente. Con ese dato y precisas instrucciones del juez, efectivos de la seccional 3ra. localizaron al dueño de la moto, una Cerro 150cc, pero éste les dijo que la había vendido a otro hombre de Pocito. Este comprador también se la vendió a Corzo, que fue detenido el jueves pasado en casa de su padre. Allí secuestraron la moto con algunas partes cambiadas, pero con daños en el pedalín y el manubrio. Según los voceros, Corzo habría dicho que a esa misma hora pero en otro lugar, chocó con un perro.