Un altercado entre un joven de 27 años y su novia de 14, una chica con trastorno bipolar, terminó de una manera muy violenta el lunes alrededor de las 23 en el barrio 19 de Noviembre, en Chimbas. Según la Policía, el sujeto estalló en ira cuando le recriminaron que intentara golpear a la niña, y entonces le dio unas trompadas al padrastro de la jovencita, apedreó la casa donde el hombre buscó refugio y, al no poder ingresar, se desquitó con su auto Peugeot 504, al que le rompió todos los cristales e intentó prenderle fuego.
La descarga de violencia también alcanzó a los policías de la subcomisaría Cipolletti al mando del principal Jorge Carrizo y los refuerzos policiales que llegaron para intervenir en el asunto y terminaron apedreados por los vecinos cuando se llevaron preso al descontrolado joven, dijeron fuentes policiales.
Las cosas se complicaron para el sospechoso, Darío Villarroel, cuando la madre de la jovencita denunció que estaba al tanto de que ambos mantenían relaciones sexuales. Entonces el juez de Instrucción Guillermo Adárvez ordenó la detención formal de Villarroel por un presunto delito sexual: la sospecha es que pudo corromper a la jovencita, legalmente considerada menor, incapaz por su trastorno e inmadura para tomar decisiones sexuales, precisaron.
Ayer se supo que el informe del médico legista ya constató que presenta desgarros de antigua data. Y ahora los peritos psicológicos analizarán a la chica para conocer de su enfermedad y saber si presenta signos de un abuso sexual, dijeron.
La versión policial es que Villarroel comenzó a noviar por lo menos desde hace un año con la chica, aprovechando que ella se trasladaba desde el barrio Los Tamarindos donde vive con su mamá y su padrastro, hasta la casa del barrio 19 de Noviembre, lugar en el que vive una hermana del hombre.
Cuando la madre supo de esa relación se opuso, por la edad y el problema que sufre su hija. Sin embargo, la relación continuó hasta el lunes.
Ahora, Villarroel será indagado en Tercer Juzgado de Instrucción y podrá defenderse. En base a las pruebas, el juez Adárvez, decidirá qué tipo de ilícito cabe atribuirle y si corresponde o no darle la libertad.