Un robo de 2.000 pesos en un almacén en Rawson, con tiroteo incluido contra un policía que salió a perseguirlos. También la seguidilla de dos golpes sobre calle Lemos, entre 5 y 6, Pocito: el hecho cometido contra el hijo del dueño de una distribuidora que resultó con un tajo en la cabeza y el perpetrado contra un almacenero, también lastimado en la frente, y la encargada de una agencia de quiniela que atendían en el mismo local. Los policías de la Brigada de Investigaciones Sur que dirige el principal Marcelo Carrizo y el oficial subinspector Cristian Espinosa, están convencidos de que los tres muchachos que detuvieron en las últimas horas luego de varios allanamientos en Rawson y Pocito, son autores de esos agresivos ataques a mano armada cometidos el mes pasado y que significaron un botín de al menos 3.000 pesos y otros objetos para los sospechosos.
Los pesquisas basan sus sospechas contra los tres detenidos en los elementos secuestrados. Así, resaltaron pruebas como la pistola calibre 22 sin cartuchos hallada ayer oculta en el corral para caballos de uno de los apresados, una moto Konisa 110cc. o la vestimenta usada en los asaltos investigados, como tres camperas y dos gorros usados como capuchas (les hicieron agujeros en los ojos).
En la Brigada Sur aseguran que todos esos objetos (también secuestraron unos 500 pesos) fueron reconocidos por las víctimas de aquellos asaltos. Y por eso creen que a, por lo menos, dos de los detenidos les será difícil despegar de la investigación: esos sospechosos son Matías Arrieta y Manuel Jofré, ambos de 19 años. El único que quedará completamente desligado es un chico de 15 años porque al tener esa edad es inimputable para la ley penal, es decir que no podrá ser procesado ni tampoco castigado por las maniobras que le atribuyen.
En la Policía no descartaban ayer que los tres sospechosos estuvieran vinculados además a numerosos asaltos al voleo cometidos en calles de Rawson y Pocito contra repartidores, verduleros o panaderos, y también a varios robos con la modalidad del escruche (ausencia de moradores) en varias viviendas.