Un testigo del caso Candela Rodríguez (11), la niña asesinada en 2011 en la localidad bonaerense de Hurlingham, murió ayer al sufrir quemaduras en el 80% de su cuerpo tras una explosión en su casa de Moreno. Creen que una fuga de gas en una garrafa y una falla en un cargador de celular provocaron el siniestro, pero no descartan otras teorías, informó Télam.