‘¡Por fin se me dio una!‘. Exultante, el oficial Lorenzo Trigo (34) abandonó ayer la Sala I de la Cámara Penal con la decisión más favorable: absuelto y libre de ser considerado autor de robar a mano armada, 35.000 pesos, unos 20 chips y al menos 7 tarjetas telefónicas de un local de venta de artículos de limpieza y Cobro Express, en Pedro de Valdivia y Segundino Navarro, Villa del Carril, Capital, el 15 de julio de 2011.
El juez Juan Carlos Caballero Vidal (h) tuvo dudas de su relación al robo y resolvió como lo pidió el defensor Fernando Bueno. El fiscal Gustavo Manini, en cambio, había considerado probado que fue uno de los tres asaltantes y había solicitado para Trigo 5 años de cárcel, porque la víctima lo había reconocido.
En esa causa también había estado implicado pero luego fue desligado el agente Ricardo Villalón (39), que ayer vio la otra cara de la moneda en el mismo juicio, pero por otro delito: el juez compartió esta vez el pedido fiscal de condenarlo a 3 años de cárcel por estafar a Fernando Heredia (hermano del dueño del boliche Luna Morena). De todos modos el magistrado aplicó a Villalón 2 años y 6 meses de prisión.
Ese hecho se inició a la 0.45 del 16 de febrero de 2011. Heredia viajaba en un Ford Fiesta sin chapa patente de vuelta a su casa, cuando lo interceptaron y le dijeron que debían quitarle el auto por esa infracción. Aquella vez, tres sujetos lo llevaron desde Sargento Cabral y Maradona, hasta el lateral Sur de Circunvalación y Catamarca, Capital. Allí lo bajaron y le llevaron el auto, dinero, cheques, dos celulares y algunos discos.
En principio la maniobra se consideró hurto, pero ayer el fiscal y el juez entendieron que hubo un engaño. La prueba clave para condenar a Villalón fue el reconocimiento, incluso en la sala de juicio, que Heredia realizó del policía. El veredicto no conformó al defensor Ismael Hidalgo, quien criticó el ‘contradictorio’ testimonio de Heredia y también cuestionó el resto de la prueba.
Es el segundo castigo que recibe Villalón: el 30 de marzo de 2012, otro juez de la Sala I, Raúl José Iglesias, lo condenó a 1 año y 8 meses y aplicó de 1 año y 10 meses a Trigo, por considerarlos culpables de concusión: ambos policías (ahora en situación pasiva), le habían pedido plata a un comerciante de Rawson para no armar una causa por robo contra su hijo adicto a las drogas, el 4 de abril de 2009.

