"Lo desfiguraron", dijeron los familiares de Gastón Torres. El sujeto después de que recibió el alta fue detenido.

Un violento enfrentamiento en el Asentamiento Evita, en La Bebida, Rivadavia, casi se cobra la vida de Gastón Torres (41), quien fue a parar al hospital porque, además de los golpes, hasta llegaron a pasarle varias veces una moto por encima, según la versión de su familia, conocidos entre sus vecinos como "Los Diablos" aunque ellos niegan portar ese apodo. Ocurrió sobre las 20 del último martes. La familia de Torres asegura que los agresores fueron unos aliados de su rival Natalia Riveros (43, alias "La Potoca"), con quien en septiembre pasado tuvieron un violento cruce con un saldo de dos baleados.

Sin embargo la Policía maneja otra versión. Una alta fuente policial señaló que Torres fue golpeado luego de meterse con otro sujeto a la casa de una vecina, a quien amenazaron con un arma de fuego para robarle varias cosas.

Georgina Tejada (29), pareja de Torres, lo desmintió y apuntó contra "La Potoca" y los Guajardo (estos últimos viven en el Barrio Valle Grande, en Rawson). "Me atacaron la casa con armas de fuego. El Mario Guajardo y su hermano Braian. Y "La Potoca" con su hijo Juan Cruz Cortez. Vinieron en dos motos y a mi esposo le dieron cachazos, patadas, piñas y le pasaban la moto por encima", afirmó Tejada, quien está postrada en un sillón y se debe dializar porque sufre deficiencia renal crónica. Esa chica el 15 de septiembre pasado fue una de las que recibió un balazo en un enfrentamiento con la misma familia. El otro fue Marcelo Guzmán (34), un vecino que estaba tomando mates con ellos cuando supuestamente los otros se les metieron a la casa. Tras ese episodio, "La Potoca" y su familia se mudaron del asentamiento, pero los rivales dijeron que nunca dejó de ir para "amenazarnos y buscar lío".

El hombre golpeado fue detenido por robo agravado por uso de arma de fuego.

Lo que es un hecho es que ahora Torres está detenido. Después de la paliza, fue trasladado al Hospital Rawson y cuando recibió el alta lo llevaron a los calabozos de la seccional 34ta. Mónica Tejada (49), su suegra, expresó que su aprehensión es injusta y aseguró que no debería estar en un calabozo sino en el hospital. "Mi hija lo fue a ver y le sale olor a podrido de la cara de las heridas que tiene. Está muy mal lo que están haciendo. A él lo desfiguraron", se quejó, indignada. Además, dijo que teme por la vida de su nieto de 8 años, hijo del herido, puesto que a su hija Georgina "le dijeron que si los denunciaba se lo iban a matar".

Según fuentes policiales, el presunto cómplice de Torres logró escapar, pero lo tienen identificado y un juez ya pidió su captura. Del grupo de los "linchadores" no apresaron a nadie, indicaron.