Todo indica que a la trabajadora sexual detenida por el crimen del jubilado Juan Bubica (68), ocurrido en la noche del pasado jueves en Capital, le imputarán hoy el delito de homicidio simple, sin agravantes, que se castiga con penas de 8 a 25 años de cárcel. En la audiencia, María Cecilia Tejada Balmaceda (35) tendrá la posibilidad de declarar ante el juez interviniente y luego de eso se definirá si queda o no detenida preventivamente.

¿Por qué homicidio simple? Fuentes judiciales dijeron que, de acuerdo a las pruebas recabadas hasta el momento, no existen fundamentos para endilgarle el agravante de criminis causa, que se configura cuando el atacante mata para salir impune de otro delito. En ese sentido, se evaluó la posibilidad del robo, pero está casi descartada en atención a que del departamento de la víctima no faltaba nada.

Por otro lado, el fiscal Iván Grassi (UFI Delitos Especiales) consideró la chance de aplicar el agravante de ensañamiento, pero para los pesquisas no se advierte que Tejada haya tenido la intención deliberada de hacer sufrir al jubilado. Explicaron que los más de 100 cortes (la mayoría superficiales) que le hizo la prostituta a su cliente fueron en un ataque veloz, de principio a fin, sin pausas, hasta que logró darle el cuchillazo en el muslo izquierdo que le afectó la femoral y lo dejó muerto. Así, los investigadores creen que Tejada no tuvo voluntad de matar haciendo sufrir o padecer innecesariamente a la víctima, y que tampoco disfrutó del resultado. Hay que tener en cuenta que cualquiera de los agravantes elevaría la pena a perpetua.

Tejada fue detenida en la siesta del viernes en la plaza situada detrás de la Terminal de Ómnibus de Capital. Junto a ella cayeron dos hombres, uno familiar lejano y otro que solía darle cobijo, pero ambos sobre el mediodía del sábado recuperaron la libertad ya que no hay elementos que los vinculen al hecho.

La hipótesis de los investigadores es que Tejada y Bubica discutieron por el monto que ella quería que él le pagara, elevado porque ese día pasaron varias horas juntos. Es más, se investiga si cerca de las 15 el jubilado la llevó a comprar droga a Chimbas. La pelea fue tremenda: empezó en la habitación y acabó en el comedor, donde estaba el cuerpo del hombre, con más de 100 cortes del pecho hacia abajo. Cuando huía, a la homicida se le cayó el cuchillo en la vereda.