Detalles. El comisario mayor Carlos Castillo, jefe de la Dirección de Investigaciones, junto a los subcomisarios Jorge González y Ángel González dieron detalles del caso.

Uno de los dos hermanos Alé sería el que golpeó y mató al jubilado Antonio Tapia (66). A esa conclusión llegaron los policías de Homicidios, de la Brigada Sur y el juez Martín Heredia Zaldo, que parecen tener cerrado el caso entorno el asesinato ocurrido el 5 de este mes, en Pocito.

Tal como adelantó DIARIO DE CUYO el miércoles último, los investigadores detuvieron a dos hermanos de apellido Alé en relación a la causa. Ayer, el comisario mayor Carlos Castillo, de la Dirección de Investigaciones, junto con los subcomisarios Jorge González, de la Brigada Sur, y Ángel González, de Homicidios, aseguraron que a partir de las pruebas recolectadas el único que quedó vinculado al asesinato es Juan Pablo Alé (27). Reiteraron, como lo dijo este medio, que la prueba clave fue el hallazgo de una huella de la zapatilla del supuesto asesino en la casa de la víctima, en un callejón de calle Mendoza, Pocito.

Siguiendo esa pista se llegó a Juan Alé, a quien le hallaron unas zapatillas cuyas plantas tiene los mismos dibujos que esas huellas. Además, en su casa ubicada a 800 m de la vivienda de Tapia secuestraron herramientas de mano que pertenecían a este último y que desaparecieron el día del crimen. El otro Alé se despegó porque vive en otro lugar y no tienen pruebas en su contra. Sobre el arma homicida, dicen que podría ser una masa. Aún falta dar con el celular e investigan si hay otro involucrado.