Un oficial ayudante de la Policía, actualmente suspendido, admitió ayer ante un juez que cometió el delito de “retardo funcional”, al demorar la aplicación del protocolo de rigor que se sigue en casos de violencia de género, como el que involucró al exdirector de Relaciones Institucionales del Ministerio de Turismo, Nahuel Fernández, la madrugada del 31 de agosto de 2022 en la casa del exfuncionario en Pocito. Fernández zafó del juicio por ese confuso episodio porque la mujer se negó a asistir al juicio. Sin embargo el oficial Miguel Diego Galván Lucero (34) cosechó un revés por su actuación en ese caso: ayer ratificó el juicio abreviado acordado a través de su defensor, Pablo Pereira, con el fiscal coordinador, Francisco Micheltorena y el ayudante fiscal Emiliano Pugliese (UFI de Delitos Especiales). Y el juez Pablo León confirmó ese pacto y le aplicó una condena de $12.500 (el delito no prevé pena de prisión) y una inhabilitación especial de 6 meses para ejercer cargos públicos.

Además de Galván, estaba sospechada una subalterna suya, la cabo Yohana Riveros Aballay (33). Sin embargo Fiscalía no pudo confirmar sus sospechas de que la mujer no hubiese cumplido sus deberes como funcionaria aquella madrugada, y pidió desligarla con un sobreseimiento.

Galván, en cambio, “omitió, se rehusó hacer o retardó cumplir” las acciones que debía aquella noche. Según la investigación, primero le dijo a un ayudante fiscal que Fernández estaba preso, luego lo negó y argumentó una confusión. Y al cabo de 5 contactos telefónicos (4 llamadas de Fiscalía) ni detuvo a Fernández ni trasladó a la mujer a la UFI CAVIG para que denunciara como mandaba el protocolo. La investigación reveló que esa joven se fue en su moto hasta su casa y de ahí su mamá la acompañó a denunciar en una comisaría.

No es la única causa que pone en aprietos al oficial Galván. Fue denunciado por golpear a uno de sus hijos y espera un juicio por los presuntos apremios ilegales cometidos contra un adolescente detenido en Rawson, el 28 de diciembre de 2022. Días después, el 3 de enero de 2023, protagonizó un escándalo cuando fueron a detenerlo en un hipermercado y fue perseguido hasta su casa en Caucete, porque se negaba al arresto. En esa causa está complicado por la propia víctima y los dichos de otros policías. Admitiría que delinquió en un juicio abreviado.