Para hacerla caer, hubo un engaño: una amiga suya la invitó diciéndole que irían a una fiesta de bautismo. Eso la predispuso para salir aquella noche de su Caucete natal, pero el fraude pronto quedó al descubierto: cuando el tío de su amiga y otro sujeto se aparecieron en una combi y las cargaron, a poco de andar las cosas empezaron a complicársele, porque ese tío empezó a insinuársele, a manosearla y, lo más sospechoso, a preguntarle cuánto cobraba. Lo peor llegó luego de mucho andar: en una finca de Ullum, confirmó que no había tal bautismo y que el panorama esa noche se presentaba diametralmente distinto, pues allí no se realizaba una reunión familiar para celebrar la incorporación de un nuevo miembro a la comunidad católica sino una juntada en la que ella y su amiga, eran el botín de una fiesta en la que una docena de sujetos pagaban (se habla de $700) para tener sexo con ellas.

Según fuentes judiciales y policiales, aquella noche sólo esa amiga que tendría unos 15 años, aceptó el convite tal como lo habría acordado con su tío. Y hasta le mostró, con algo de euforia, el dinero que había conseguido recaudar tras pases "con todos los sujetos". La menor en cuestión, que tiene 16 años, no quiso entrar de ninguna manera en ese juego y aquella noche tuvo una suerte de salvador, un joven que se dio cuenta de su situación y la apartó para que no se expusiera al acoso del resto.

Al volver, el tío de su amiga (la supuesta prostituta) amagó con dejarla en Ullum, pero luego de hacerla correr unos metros la hizo subir y otra vez volvió a acosarla y manosearla.

Según los voceros del caso, esa fue la versión que dio ante un psicólogo del ANIVI la adolescente de 16 años, con detalles de tal calibre, que el juez subrogante en el Quinto Juzgado de Instrucción, Diego Sánz, ordenó en el acto apresar a ese sospechoso individualizado en la denuncia del hecho.

El último sábado, policías de la Brigada Este apresaron a ese sujeto (tiene 38 años y no se lo menciona para preservar a su sobrina menor) para que rinda cuentas en la Justicia.

Mientras, los pesquisas policiales y judiciales avanzarán en la investigación del caso, porque sospechan que la captación de menores para persuadirlas de ejercer la prostitución es un modus operandi que involucra por lo menos al sujeto detenido, pero que podría involucrar a otras víctimas.

Para poder cerrar esta sospecha, el testimonio de su sobrina con el sistema de Cámara Gesell, es clave.