Desde la tarde del lunes que su familia no lo veía. Otra vez parece que Reinaldo Ibáñez había andado tomando, pero resultaba curioso que no regresara en la madrugada ni en la mañana de ayer. Pasado el mediodía, por boca de los vecinos, su hermano se enteró dónde se encontraba Reinaldo. No estaba lejos, a no más de 200 metros de su casa en el distrito veinticinqueño Las Casuarinas. El jornalero se hallaba muerto al lado de su bicicleta dentro de un desagüe, aparentemente desde la noche anterior sin que nadie lo viera.
Lo que sucedió con Reinaldo Rolando Ibáñez, de 55 años y soltero, fue supuestamente un absurdo accidente. La hipótesis de los policías de la Seccional 32da. es que el changarín intentó cruzar en bicicleta un precario puente y le calculó mal -especulan que andaba ebrio-, cayendo a las aguas servidas de ese canal ubicado al costado de calle Prolongación San Martín, frente a Villa Bereta, Las Casuarinas. Esa pasarela tiene 2 metros de altura por 5 de ancho y no es angosto, pero no cuenta con barandas.
Por lo que averiguaron los investigadores -a cargo del subcomisario Miguel Navas y el principal Eduardo Tebaul-, el lunes Reinaldo Ibáñez vendió un carro de leña y con eso consiguió dinero. Últimamente andaba desocupado, comentó un vecino. Tal parece, aprovechó esa plata para irse a tomar por ahí, dijo un policía. Su hermano Ramón, confirmó que Reinaldo era un bebedor.
Los policías no sabían con quién estuvo, pero suponen que Reinaldo Ibáñez anduvo hasta la madrugada y cuando encaró para su casa se encontró con la desgracia. Para llegar a Villa Bereta -donde vivía con su hermano y su familia- debía pasar ese puente por el desagüe. Y eso fue lo que aparentemente quiso hacer, pero no llegó al otro extremo de la pasarela y terminó precipitándose al fondo del canal y murió ahogado, señalaron en la policía. Suponen que estaba solo y nadie vio la caída. Recién ayer a las 13.30 alguien alcanzó a ver parte de su cuerpo y su bicicleta asomando en las aguas servidas.

