Este lunes, en Tribunales, se llevó adelante el juicio de cesura por el aberrante caso de la chica abusada por varios hombres desde que tenía unos 6 años y hasta que ya era adulta (hoy tiene 27 años). 

Los jueces Juan Gabriel Meglioli, Alberto Caballero y Andrés Abelín Cottonaro aplicaron penas de 7 años de prisión para tres acusados y para el restante 5 años de cárcel. Se trata de castigos más leves que los solicitados por Fiscalía y más a tono con los pedidos por los defensores. 

La Fiscalía había pedido una pena de 15 años para la madre de la víctima, quien la semana pasada fue declarada culpable de haber colaborado o facilitado las violaciones y los abusos que -en opinión del tribunal- cometieron los otros implicados. Sin embargo, para ella el castigo fue de 7 años. 

Además, el fiscal Ignacio Achem pretendía una condena de 13 años de cárcel para Roberto Néstor Arroyo, a quien el tribunal lo encontró culpable de las violaciones continuadas sufridas por la chica, lo mismo para el excombatiente de Malvinas, Juan Carlos Chaparro. Ambos también la sacaron más barata con los 7 años que les impuso el tribunal. 

Por último, para el expolicía Pedro Bautista Agüero el Ministerio Público solicitó 9 años de prisión y finalmente lo condenaron a 5 años. Fue el menos complicado en el veredicto, pues lo hallaron culpable de cometer abusos sexuales gravemente ultrajantes. 

Todos los acusados llegaron excarcelados al juicio, pero la semana pasada el tribunal ordenó mandarlos al Penal de Chimbas hasta que quede firme la sentencia.  

El caso fue conmovedor por las situaciones que expuso la víctima. Uno de esos detalles fue el hecho de que no supiera cuál de los implicados era el padre del chico que tuvo a los 16 años. Por eso se ordenó un ADN que complicó a Arroyo como progenitor.  

El defensor de Arroyo, Chaparro y la madre de la víctima, Fernando Bonomo, había pedido en sus alegatos el mínimo posible, 6 años. Mientras que Maximiliano Páez Delgado, abogado de Agüero, pretendía 4 años para su cliente, es decir, también el mínimo posible que conprende el delito por el que lo habían declarado culpable.