Las únicas huellas son las marcas que dejaron las ruedas de la moto al salir a la banquina. Lo demás estaba a la vista, sobre el ripio: un trozo de plástico del guardabarros, un pedazo del espejo retrovisor, el casco que cayó cerca del alambrado y la moto con el faro destrozado, su manubrio doblado, la rueda delantera torcida y el tanque abollado. Y lo más aterrador, el cuerpo de un hombre tirado boca abajo en el piso, con su cabeza casi pegada al tronco de un álamo y con el rostro todo ensangrentado. Ésta era la terrible imagen de lo que quedó de ese changarín que volvía ayer de madrugada a su casa y se estrelló de frente contra un árbol cuando se le terminó la calle, en una zona de Santa Lucía.
Hasta anoche no se sabía todavía de dónde venía Juan Guillermo Velázquez (40) ayer eso de las 5.30 (hora del accidente) de la madrugada; lo que se sabe es que acabó de la peor manera en la intersección de las calles Cordillera de los Andes y Balcarce, en Colonia Richet Zapata. El hombre sufrió el fatal accidente en moto camino a su domicilio, en el Bº La Callesita en Alto de Sierra, donde vivía con su hijo varón de 18 años y sus padres. Él era separado y tiene además dos hijas mujeres y un nieto.
Guillermo Velázquez, el papá, contó que su hijo hacía changas con un camionero que transporta ladrillos y otras cargas.
Según relató, Juan había trabajado hasta la tarde del miércoles, después estuvo en su casa y salió en esa moto Appia 150cc pasadas las 19. ‘No dijo adónde se iba. Él era así, pero cuando se demoraba o sabía que llegaba tarde, siempre nos avisaba por celular para que nos quedemos tranquilos, aunque esta vez no avisó nada’, explicó don Velázquez, quien reconoció que su hijo en ocasiones bebía con sus amigos. Una de las hipótesis policial es que el motociclista pudo estar ebrio, o a lo mejor muy cansado por la hora, dado que supuestamente no frenó ni hizo otra maniobra al momento del accidente.
Los policías de la Seccional 29na, que trabajaron en el lugar, señalaron que Juan Velázquez transitaba en la moto Appia de Oeste a Este por calle Cordillera de los Andes y aparentemente se olvidó que esa arteria topa en Balcarce, que corre de Sur a Norte, o viceversa. Todo indica que el motociclista no dobló al llegar a esta última arteria y siguió de largo hasta que se le terminó la calle, por lo que fue a estrellarse contra un álamo en la entrada de una finca. De nada le sirvió el casco, el golpe con todo su rostro fue mortal.
