En la comisaría 17ma. de Chimbas estaban casi eufóricos ayer. Fue después de la captura de un tercer sospechoso por el crimen de Pablo Sarmiento (25 años, alias "El Chuña") cometido por venganza el miércoles 18 de noviembre pasado en una gruta del "Gauchito Gil" ubicada en el costado Oeste de ruta 40, unos 100 metros al Sur de Porres, en Chimbas. Tanta era la satisfacción que el propio jefe de la seccional, el comisario Daniel Puebla, afirmó sin dudas: "El caso está esclarecido".

El tercero de los detenidos fue identificado como Mauricio Barifusa, de 26 años. En la comisaría 17ma. dijeron que ayer recibieron el dato de que estaba en inmediaciones de Mendoza y Benavides, y que entonces una comisión policial al mando del subcomisario Aldo Brizuela llegó hasta el lugar y apresó al joven sin que opusiera ninguna resistencia.

Además de Barifusa también están presos el supuesto encubridor del hecho, Pablo Guerra y uno de los presuntos partícipes directos en la maniobra homicida, Cristian Montiveros, quien se entregó en la Central de Policía apenas supo que lo buscaban.

¿Por qué aseguran que el caso está esclarecido? aún cuando resta secuestrar el arma homicida y detener a un sujeto ("El Pochilo" Sánchez), en la comisaría 17ma. aseguran que la investigación está prácticamente cerrada porque los sospechosos apresados declararon con un abogado defensor en esa seccional y reconocieron ("con detalles", dicen) cuál fue el rol de cada uno en la noche en que mataron a Pablo Sarmiento.

Eso sí, ninguno admite ser el autor material del homicidio. Y las sospechas sobre el rol de autor material del crimen parecen divididas entre Montiveros y el prófugo, aunque este último sujeto es sindicado por otras fuentes de la investigación como el presunto homicida.

Todo pasó alrededor de las 23.30 del 18 de noviembre. Sarmiento (un sujeto con antecedentes) había ido con su novia a prenderle un cigarrillo al "Gauchito Gil". Cerca de ambos, había otros dos muchachos que apenas vieron llegar al menos a dos sujetos, uno armado, emprendieron la fuga. Igual que la novia de la víctima.

Testigos y fuentes policiales aseguran que no hubo muchas palabras entre Sarmiento y sus agresores. Sí se habla de un agresión física y de tres disparos, uno de los cuales perforó el hombro y el costado izquierdo del cuello del joven dejándolo sin chances. ¿Por qué le dispararon? la versión más consistente apunta a una pelea previa, en la que Sarmiento había salido vencedor.