El médico Carlos Arzuza, acusado de provocar la muerte de Isabel Gattari (murió 4 días después de la operación por implante de glúteos) en su clínica clandestina de la Capital de Mendoza, accedió al beneficio de la prisión domiciliaria, informó ayer el diario Los Andes. Arzuza ya había cumplido una pena de 4 años por haber causado la muerte del empresario Roberto del Barco durante una liposucción.