La juez de Instrucción María Inés Rosselot deberá resolver en los próximos días un caso complicado: el de un comerciante de 47 años (puestero en el Mercado de Abasto de Capital), que el martes a última hora fue detenido por policías de la Seccional 2da. de Concepción, Capital, cuando salía de un hotel por horas de calle Maipú al Oeste de Rawson, con una chica de 15 años. Investigan si el caso es uno más de prostitución de menores, dijeron fuentes policiales y judiciales.
El tema es complicado porque además de las secuelas que deja en la familia del sospechoso (es casado), se presenta también como un caso de presunto abandono y desamparo de la menor: según las fuentes, la chica no tiene padre, su madre está en Buenos Aires, tiene un chico de 2 años y para en la casa de sus amigas porque no tendría dónde vivir.
Todo se descubrió el martes alrededor de las 23, cuando un llamado al 911 alertó de la presencia de un sujeto en un Renault Logan con una menor en el hotel "Keeops". Cuando policías de la Seccional 2da. dirigida por el comisario inspector Rubén Marinero llegaron al lugar, confirmaron la versión y apresaron al comerciante cuando salía en el auto con la chica en su interior.
Cuando los detuvieron, ya por orden de la titular del Quinto Juzgado de Instrucción, ambos habrían dicho que el ingreso al hotel, con sexo incluido, fue el supuesto precio acordado para acercar a la jovencita hasta Chimbas porque ella no tenía dinero para pagar el colectivo desde el centro. Supuestamente, ambos se habían encontrado un rato antes en un supermercado Vea de Capital, precisaron las fuentes.
La existencia del supuesto acuerdo de sexo a cambio de un viaje del centro a Chimbas, es lo que lleva a los pesquisas judiciales a suponer que estarían frente a un posible caso de prostitución de menores. En el caso ya interviene la Asesoría de Menores, organismo desde el cual se pidió y se logró la internación de la chica en el Instituto San Juan Eudes, para conocer a fondo su situación, dijeron las fuentes.
Mientras tanto, las autoridades judiciales recolectarán pruebas (se secuestraron prendas de vestir y ropa de cama) y esperarán el resultado de informes psicológicos para definir si se cometió o no un delito; si es así qué tipo de ilícito se configuró; y si esa maniobra permite o no la excarcelación del sospechoso, hasta anoche detenido.