Que le hackearon la cuenta. Que la recuperó y se la volvieron a atacar. Que denunció esas invasiones piratas a las empresas Facebook y Google, y tenía capturas de pantalla para demostrarlo. Esos fueron los principales argumentos del comerciante Oscar Mauricio Abecasis (52) para intentar despegarse de un delito que, finalmente ayer, lo mandó a la cárcel: distribución de pornografía infantil, agravado porque un médico determinó que los niños que salían en fotos y videos tenían menos de 13 años. El análisis de las imágenes reveló que había una nena muy pequeña entre las víctimas de esos aberrantes abusos sexuales.

Por eso fue que la fiscal Ingrid Schott y sus ayudantes Federico Pereyra y Victoria Salinas (UFI Anivi), pidieron el máximo de la pena para ese hombre que se dedica a vender artículos de informática: 8 años de cárcel.

Basándose en el relato de su cliente, los defensores Rodolfo Alaniz Sánchez y Sandra Alanis Sabag cuestionaron el planteo fiscal y pidieron la absolución.

Pero el juez Alberto Caballero consideró que Fiscalía había probado que, a través de tres perfiles de Facebook, Abecasis distribuyó pornografía infantil. Y lo condenó a 5 años, enviándolo con prisión preventiva al Penal de Chimbas hasta que quede firme la sentencia. Abecasis había llegado libre al juicio y ayer, al conocer la decisión del juez, pareció descompensarse.

Para la fiscal, ninguno de los argumentos del comerciante debían tenerse por ciertos, por varios motivos: porque nunca aportó a la causa las capturas de pantalla de sus denuncias a Facebook y Google por los ataques piratas. Porque la geolocalización de esos envíos demostró que se hicieron desde domicilios y aparatos ligados a él. Porque se resistió a aportar el pin de su teléfono para que los investigadores supieran si, además de distribuir, tenía otros archivos guardados en su aparato. Y porque los médicos psiquiatras demostraron que era un manipulador, ya que durante la investigación dijo que padecía una afección mental, pero los médicos descubrieron que eso no era así, ya que le suministraron un placebo (fármaco inerte) y tuvo reacciones favorables, indicaron fuentes judiciales.

Fueron cinco archivos los que complicaron al comerciante: uno enviado el 22 de febrero de 2022, otro los días 18 y 21 de enero de 2023 y dos más el 5 y 6 de mayo del mismo año.

Eso informó Missing Children a la Red 24/7 con sede en la CABA. Y desde allí denunciaron el caso a San Juan por las direcciones electrónicas de los aparatos en los cuales habían sido detectados los tráficos, precisaron.