Una chica de 19 años fue la pieza clave del fallido plan para copar la comisaría de San Justo y liberar a su novio. Zahira Ludmila Bustamante, según fuentes policiales, es la pareja de Leandro Aranda, que estaba detenido en la sede policial de Villegas y Almafuerte, en La Matanza, acusado de homicidio.

 

 

En su celda -a pesar de que está prohibido- encontraron un celular con el que habría orquestado la fuga junto a su novia y el resto de la banda. Ese teléfono fue secuestrado por la fiscalía, después del brutal tiroteo en el que resultó herida de dos balazos la sargento Rocío Villarreal (25), quien permanece internada y grave.

 

De acuerdo a los investigadores, la banda que irrumpió en la comisaría ayer a la mañana planificó el ataque por WhatsApp.

 

El plan era liberarlo en medio de un supuesto traslado. En las conversaciones mencionaron a un tal “Seba” como quien intervendría para liberarlo, apodado igual que el prófugo que se escapó corriendo del frente de la dependencia policial después del tiroteo.

 

Zahira Bustamante simulaba ser una “curiosa” en la puerta de la comisaría, pero la detuvieron y registraron su teléfono. Allí habría audios y mensajes con detalles del plan para liberar a Aranda, quien estaba detenido en una celda por un crimen cometido en medio de un ajuste de cuentas por tráfico de drogas.

 

Bruno Postigo Marullo, también de 19 años, quedó detenido cuando lo reconocieron por los videos de las las cámaras de seguridad. Circulaba en un Volkswagen Vento, que apareció en las imágenes dando apoyo a la banda.

 

La fiscal general de La Matanza, Patricia Ochoa, dijo ayer que, en principio, fueron cuatro los delincuentes que atacaron la comisaría más importante del distrito. Que dos se tirotearon con los policías, que un tercero se quedó en la puerta y un cuarto en la calle. Postigo Marullo habría sido el apoyo y Bustamante la "campana", esperando que salieran.