Marcelo Corazza, el ganador de primer reality Gran Hermano y actual productor de la edición 2023 del mismo programa, fue detenido acusado de corrupción de menores por la División Trata de Personas de la Policía de la Ciudad. No fue el único que cayó en el marco de los seis allanamientos ordenados por la Justicia: también arrestaron a otros tres sospechosos, entre ellos el presunto líder de la organización. Pero de qué se trata la causa que involucra chicos de 11 a 14, prostitución y testigos de identidad reservada.

Fuentes del caso informaron que los allanamientos para dar con los cuatro sospechosos se hicieron este lunes. Uno fue en la ciudad misionera de Oberá, donde fue arrestado F.A., el presunto líder y quien fue sobreseído de una causa por corrupción en ese municipio.

Pero también hubo procedimientos en las localidades bonaerenses de General Pacheco y General Rodríguez, donde cayeron A.C. y R.M, quienes trabajarían con el presunto líder. Mientras que en Tigre, en la calle Montes de Oca al 300, está la casa de Corazza donde fue detenido: los policías se llevaron cuatro celulares, una tablet, anotaciones varias, un disco externo, 12 VHS y un pendrive.

La causa por la que arrestaron al ex Gran Hermano es por “corrupción de menores” y la investiga el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°48, a cargo de Javier Sánchez Sarmiento. Por orden de la Justicia, los detenidos quedaron alojados en calidad de incomunicados y serán indagados en las próximas horas.

Corazza, ganador de la primera edición de Gran Hermano (2001), fue arrestado luego de una investigación de la Superintendencia de Investigaciones de la Policía de la Ciudad que duró seis meses y estuvo bajo la supervisión del juez Sánchez Sarmiento. Fuentes del caso indicaron que dos testigos de identidad reservada fueron clave.

“Denunciaron que una persona, a quien solo podían individualizar por su nombre de pila, los habría corrompido cuando eran menores de entre 11 y 14 años”, detallaron las fuentes del caso.

Y siguieron: “Esta persona siempre realizaba dicha actividad con menores de género masculino únicamente. Luego, los prostituía, obteniendo sus propios beneficios económicos”.

“Lo cierto es que, de las pruebas reunidas y de los testimonios, los investigadores dieron con otras personas que participaban activamente de dicha maniobra. Una de ellas sería el ex GH, como cliente”, ampliaron y destacaron la que organización funcionaba “desde hace más de 20 años”. Por ello, se cree que existe aún la posibilidad de “obtener aun mas testigos, hoy mayores de edad”.

Cómo funcionaba

Según las fuentes consultadas, A.F., el presunto cabecilla de la banda, “captaba los menores, los corrompía, y luego los insertaba en el mundo de la prostitución, ofreciéndolos para obtener un rédito de ellos”.

La maniobra la ejecutaba tanto en el Norte del país como en el ámbito de la provincia de Buenos Aires. Justamente, las víctimas llegaban a la localidad bonaerense de General Rodríguez “con la excusa de un viaje familiar”. Eran recibidas en el domicilio de la madre del líder de la organizacion. Ahí, según establecieron los investigadores, “se formalizaban las entregas y los sometimientos”.

En ese contexto, los investigadores no solo pudieron identificar al misionero líder de la banda y a sus dos laderos, sino también a quienes eran ‘clientes’: establecieron sus identidades y los números de teléfonos que se usaban para coordinar encuentros.