Apenas destrozaron la puerta del frente, la alarma sonora se activó, pero eso no impidió que ayer en la madrugada delincuentes se alzaran con un importante botín en dinero de una empresa ubicada en pleno centro capitalino. Desde la empresa, aseguraron que los malvivientes fueron hasta una oficina, abrieron una caja de seguridad y así concretaron el robo. En la empresa no dieron cifras pero según la Policía, se llevaron 211.800 pesos, el mayor botín en dinero en lo que va del año.
El ataque ocurrió alrededor de la 1 de ayer en la empresa ‘Ayinco’, ubicada en el costado Oeste de calle Caseros 619 Sur, entre calles 9 de Julio y General Paz, en Capital. Alfredo Costa, el gerente, dijo que su firma se dedica al mantenimiento en edificios como el Hospital Rawson y en obras y que el ataque de ayer fue el segundo que sufren en casi dos años.
‘En el anterior robo, una de las ventanas no tenía rejas y entraron por ahí para robarnos una computadora’, agregó Costa.
Ayer, nuevamente esa empresa fue escenario de otro robo. El o los ladrones llegaron por el frente de la firma y destrozaron la puerta de madera que da a calle Caseros. En ese momento, la alarma del inmueble se disparó, pero los delincuentes poco les importó el intenso sonido y siguieron con su plan. Tal es así, que enfilaron directamente a una de las oficinas donde había una caja de seguridad que se abre con una combinación numérica y una llave. Lo llamativo es que quien abrió esa caja no ejerció ninguna violencia, comentó un investigador.
Lo concreto es que del interior sustrajeron 20.000 dólares (unos 161.800 pesos al cambio de ayer) y 50.000 pesos, informó la Policía. ‘No les puedo decir cuánto dinero teníamos, pero provenía del pago de varios trabajos que realizamos’, se limitó a comentar Costa.
Mientras los delincuentes estaban aún adentro, la firma que monitorea al empresa llamó al gerente a la 1.05. Al mismo tiempo, un vecino llamó al 911 al escuchar la alarma. Cuando Costa llegó, solamente encontró la puerta destrozada y entreabierta.
‘Lo único que nos queda es reforzar la seguridad. No sé qué vamos a hacer… poner una reja en la puerta, ver qué podemos armar para evitar que nos roben de vuelta’, comentó el gerente. En la Policía sospechaban que los malvivientes actuaron con datos aportados por un entregador y por eso investigaban a los allegados a la firma, señalaron fuentes policiales.

