La versión policial es que los tres amigos charlaban y cosían unos borradores que debían llevar a la escuela en el fondo de la casa del menor de ellos, Diego Leonardo Heredia (12 años), cuando se escuchó un estruendo que sacudió a más de uno en el barrio Dorrego, en Concepción, Capital. A ese ruido corto y seco, le siguieron gritos y desesperados pedidos de ayuda porque había sido un disparo de escopeta casera (conocida como tumbera) que recorrió un poco más de un metro y se coló inclemente en el pecho del chico dueño de casa.

Entonces un vecino cargó y aceleró a fondo con Diego hacia el Hospital de Niños, pero la suerte de ese chico quedó sellada en el camino.

El conmocionante final de Diego ocurrió alrededor de las 11,20 de ayer en el fondo de la casa donde vivía con su madre empleada doméstica y otros tres hermanos, la 10 de la manzana F. En el momento del disparo letal, sólo su hermana de 15 años estaba en el interior de la casa y fue ella la primera en pedir ayuda, precisaron.

Y enseguida policías al mando del comisario inspector Walter Heredia (Seccional 2da) identificaron y arrestaron a los posibles sospechosos, dos chicos de 14 años, vecinos, amigos y compañeros de escuela de la víctima.

Ahí supieron que la tumbera calibre 12, en apariencia vieja, había sido encontrada por los niños en un piletón de desagüe en avenida de Circunvalación y Tucumán, cuando volvían de su clase de educación física. También identificaron al autor del disparo y enseguida arribó a la escena del crimen la juez de Menores Estela Zorrilla de Rico, quien luego de hacer un primer análisis sobre las circunstancias del caso resolvió, ya por la tarde, que los menores de 14 años quedaran bajo responsabilidad de un familiar y fueran alojados en otro lugar, no en su barrio, por su seguridad ante eventuales represalias dijeron fuentes del caso.

Policías de la Seccional 2da buscaban ayer testigos y recababan otras pruebas para determinar con precisión de dónde salió la tumbera y cada circunstancia del caso.

De todos modos, todo indicaba que había sido un lamentable accidente por el cual el menor que realizó el disparo no será procesado ni condenado, pues tiene menos de 16 años y para la ley es inimputable.