El juez Raúl José Iglesias decidió que el sujeto de 67 años siga detenido.

Un jubilado de 67 años fue condenado a 13 años de cárcel por haber violado durante casi un año a una nieta desde antes que cumpliera 15 años, en Pocito. El juez Raúl José Iglesias (Sala I, Cámara Penal) aplicó ese castigo tras aceptar el juicio abreviado en el que el acusado confesó haber sometido a la chica y aceptaba el castigo que le impusieron.

El caso fue denunciado el 28 de abril de 2016, cuando la niña se hartó de callar y le contó a su mamá que su abuelo la había violado en numerosas ocasiones (hasta tres veces por semana) cuando la iba a buscar a su casa y le pedía permiso para que lo acompañara en moto a jugar a la quiniela, al atardecer. O cuando la esperaba a la salida de la escuela, sobre el mediodía.

La propia víctima había relatado ante psicólogos que no recordaba los descampados en que ocurrían los ultrajes a causa de sus problemas de visión (padece miopía). Y que en todas las ocasiones su abuelo le decía que si llegaba a acusarlo no le creerían porque él negaría todo.

Esa amenaza surtió tal efecto, que con el tiempo la niña empezó a aislarse y encerrarse, al punto de que dejó de salir y tener amistades y no fue más a la escuela. También se negó a salir cada vez que su abuelo la buscaba para ir a la quiniela.

Tan repugnantes y dañinas fueron las experiencias sexuales que había atravesado contra su voluntad a manos de su propio abuelo, que inhibió su deseo sexual y eso la llevó a tener serios problemas cuando se puso de novia y el joven buscó tener intimidad con ella, según consta en el expediente.