El juez José Atenágoras Vega (Sala II, Cámara Penal) condenó a 8 años de cárcel a un camionero de 43 años, por haber abusado sexualmente de su hijastra desde que la niña tenía 8 años y hasta que cumplió 15. También le aplicó ese castigo por someter a las mismas prácticas aberrantes a su propia hija por un poco más de un año, entre los 9 y los 10, dijeron fuentes judiciales. En su fallo, el magistrado adhirió además al pedido de la fiscal Alicia Esquivel Puiggrós, para que se investigue si el padre del condenado abusó de su nieta, pues la niña al ser entrevistada con el sistema de la Cámara Gesell por el drama con su papá, reveló que su abuelo la sentaba en su falda, le daba besos en la boca y le pedía no contar nada, indicaron.
La pena impuesta al sujeto (no identificado para protección de las menores) fue la que el mismo acusado aceptó recibir, cuando resolvió con su defensor Leonardo Villalba, no someterse a un juicio normal y sí a un abreviado a cambio de una reducción de pena.
Todo se denunció el 1 de noviembre de 2013, cuando en un entredicho entre madre e hija, la mujer intentó argumentar que su pareja era un “hombre bueno”. Y entonces la mayor le replicó con una respuesta que no esperaba.
Así, la niña le dijo que desde que tenía 8 su padrastro comenzó a desnudarla y a desnudarse él también, para manosearla y obligarla a practicarle sexo oral, cuando estaban solos en la casa o cuando se la llevaba en camión con la excusa de que le cebara mate y le hablara en el camino. También explicó que en principio le dijo que eso era normal entre padres e hijas, pero cuando ella tuvo 12 años y en la escuela supo que era anormal, el sujeto la amenazó, diciéndole que no le creerían o haría meterla en un loquero.
Al separarse y volver de vacaciones, en enero de 2014, la mujer le explicó a las dos hijas que tuvo con el camionero por qué se habían separado. Y cuando dio un panorama de que era por “las cosas de hombre” que no debió hacer, la mayor de las nenas le dijo que a ella le había hecho lo mismo.

