José Gustavo Sánz (24 años) parece incómodo. En el sillón de los acusados aparenta como un cosquilleo que lo inquieta y en su boca se dibuja, recurrente, una sonrisa que parece nerviosa. Puede escuchar sólo el veredicto o la lectura, un poco más extensa, de las pruebas que lo complican como ladrón y homicida, le explican en la Sala II de la Cámara Penal. Y Sánz prefiere la última opción. Así le recordaron que en la madrugada del 25 de mayo de 2008 tomó un remis con su novia; que discutió con la joven en el ingreso al barrio Colón I en Santa Lucía; que por eso la chica se bajó y que segundos después él le dio un tiro desde atrás en el costado izquierdo al chofer, Mauricio Vega (32), para robarle unos 180 pesos, un celular, la radio y un equipo de comunicación. También le reiteraron que luego del disparo, el remisero en vano aceleró para escapar y se estrelló contra un árbol. Y que cuando bajó con el botín se topó con un jovencito que corrió a ver qué pasaba, y apenas lo tuvo cerca exclamó: "Lo maté", para enseguida ponerle en el pecho la misma arma homicida, un revólver 32, amenazante: "Si decís la verdad te mato a vos y a tu hermana", dijo, antes de obligarlo a llevar las cosas robadas a la casa de su propia hermana, Laura Sánz.

Un par de hileras de asientos más atrás, los familiares de Vega reprobaban con gestos cada escena de la tragedia que les recreó la lectura de las evidencias, esas que llevaron al juez Juan Carlos Peluc Noguera a considerar justo aplicarle a Sánz una condena de 14 años y 8 meses de cárcel. Esa misma pena y el mismo delito (homicidio en ocasión de robo) había aceptado el acusado en el acuerdo de juicio abreviado celebrado a través de su defensor oficial Mario Vega con la fiscal Alicia Esquivel Puiggrós.

"Es poco lo que le dieron, pero es lo que hay. Espero que no salga antes de tiempo", dijo ayer luego del fallo la ex pareja de Vega, Laura Arredondo, acompañada de su hijo de 7 años y otros familiares, que en el juicio estuvieron representados por los abogados Graciela Doña y Juan Bautista Bueno.

Y es probable que Sánz no salga pronto de la cárcel, porque a la condena de ayer le deberán unificar otra de 4 años y 6 meses de prisión que le aplicó la misma Sala II en 2005, por robos reiterados.