Eran alrededor de las 15 del pasado 27 de agosto y la pequeña de 6 años veía dibujitos en el televisor de la casa de su abuela. Fue ahí que su tío, de 47 años (pensionado por invalidez), la llamó hacia la punta de la mesa, donde él estaba. Y cuando la tuvo a mano, le bajó la ropa y la violó. Adolorida y avergonzada, la nena tomó la mantita de su hermano bebé con la que había llegado, se tapó la cara y corrió llorando hasta su casa. Allí se resistió por un momento a contarle a su madre, porque pensaba que la iba a recriminar. Pero cuando se sintió segura le dijo que su tío le había metido "la cosa". Cuando su madre le pidió aclarar ella le dijo "eso que vos no querés que nombre, las bolas" (sic). En el acto la mujer la revisó, se horrorizó al encontrar sangre y recorrió indignada los pocos metros que separan su casa de la de su suegra (ahí vive su cuñado) y lo increpó duramente. Pero ante ella, el sujeto no asumió nada de lo que le atribuían y trató de mentirosa a la niña. Sin embargo su suerte ya estaba echada, porque la mujer llamó a los policías de la seccional 9na, que lo metieron preso luego de recibir instrucciones de la UFI ANIVI, que tomó intervención aquella misma tarde.

Verónica Chicón, jueza.

En ese organismo un médico revisó a la nena y constató las lesiones compatibles con un ataque sexual. Más tarde una psicóloga abordó a la menor y también comprobó que no mentía, por los específicos detalles que aportó sobre el traumático momento que sufrió. Y con todas esas pruebas el sujeto quedó seriamente comprometido, aunque igual intentó desligarse cuando lo acusaron formalmente por el grave ataque sexual contra la menor.

Diego Sánz, juez.

Pero ayer admitió su autoría y ratificó ante un tribunal el juicio abreviado alcanzado a través de su defensor Julián Gil, con el fiscal Duilio Ejarque. En ese pacto, el acusado aceptaba 12 años de cárcel por el delito de abuso sexual con acceso carnal contra su pequeña sobrina. Y esa fue la pena que finalmente le impusieron los jueces Alberto Caballero, Verónica Chicón y Diego Sánz, luego de aceptar esa alternativa que puso fin al aberrante caso.

Duilio Ejarque, fiscal.
  • Le dieron 13 años por violar a su hijastra

Un sujeto fue condenado ayer a 13 años de cárcel por haber violado varias veces a su hijastra adolescente. El castigo que aplicaron los jueces Juan Gabriel Meglioli, Alberto Caballero y Diego Sánz, fue el mismo que le propusieron el fiscal Eduardo Gallastegui y la defensa del ahora condenado, en un acuerdo de juicio abreviado.

El caso se denunció el pasado 5 de agosto. Entonces la niña, ya de 15 años, contó en la UFI ANIVI que su padrastro la sometía desde que tenía 13 años en la precaria casa que habitaban en Capital. Ante una psicóloga contó además que su padrastro no se cuidaba cada vez que la ultrajaba y encima le decía que estaba enamorado de ella, que no sería de nadie más y que cuando tuviera 21 años debía darle un hijo.

También declaró que la amenazaba con que no dijera nada, porque "no quería que la gente le diga abusador o cochino", asegurándole que si era delatado la "correría de la casa".

El informe médico de la menor y también la conclusión a la que llegó la psicóloga que la entrevistó, fueron pruebas contundentes contra el sospechoso que, acorralado por esa evidencia, admitió haber sometido a la niña.