Dos jóvenes de 34 y 33 años fueron condenados ayer a cumplir 4 años y 6 meses de cárcel por el abuso sexual (no hubo violación) de sus pequeños hijos. Uno de los castigados confesó en un juicio abreviado haber cometido los manoseos y otras prácticas que le atribuyeron en sus dos nenes. El otro negó todo, pero al cabo de un juicio un juez resolvió que el delito se había cometido y lo condenó, dijeron fuentes judiciales.

DOS HERMANITOS

Uno de los episodios se descubrió en septiembre del año pasado en una casa de Santa Lucía, y tuvo como víctimas a dos hermanos, un nene de 5 años y una nena de 4. Según el expediente, el primer síntoma de un supuesto abuso lo detectó la mamá cuando notó que su pequeña se tocaba sus partes íntimas por aparente dolor. La mujer preguntó entonces si su papá (L. E. L., 33 años, mecánico, no identificado para preservar a sus hijos) la había tocado y la nena dijo que sí.

Aquella vez la mujer no le dijo nada a su marido aunque sí al pastor de la iglesia evangélica que frecuentaba, pero ante ese religioso el mecánico negó todo.

De todos modos el caso no pasó a mayores, hasta que la mujer recibió quejas sobre el comportamiento de su hijo en la escuela. El 16 de noviembre de 2011, notó al niño alterado y, al preguntarle si su papá lo había tocado, el niño aseguró que sí, en dos ocasiones.

Entonces hubo denuncia y el sujeto quedó preso. La semana pasada admitió su responsabilidad en un juicio abreviado que acordó a través de su defensor Eugenio Flores con la fiscal Alicia Esquivel Puiggrós. También estuvo de acuerdo en aceptar 8 años de cárcel, pero ayer el juez José Atenágoras Vega (Sala II, Cámara Penal) entendió que la maniobra no fue gravemente ultrajante y lo condenó a 4 años y 6 meses de cárcel, dijeron fuentes judiciales.

UN NENE

El mismo castigo aplicó el juez Ricardo Alfredo Conte Grand (Sala III, Cámara Penal) al otro papá acusado de abusador, un desocupado de 34 años (D. R. H.) que negó haber vejado de su hijo en marzo de 2010, cuando tenía 3 años.

Su defensor, Leonardo Villalba, cuestionó las pericias que revelan signos de abuso en el niño y pidió absolución. Los mismos estudios fueron para el fiscal José Eduardo Mallea, prueba clave del delito y por eso pidió 5 años de cárcel. El fallo no está firme.