El juez de Flagrancia Ricardo Grossi condenó ayer a 1 año y 2 meses de ejecución condicional (sin encierro) a Walter Ariel Guerra (41) por el delito de portación ilegal de una pistola calibre 22 con un cartucho. Y así aceptó el acuerdo de juicio abreviado que le propusieron el fiscal Adrián Riveros y Guerra con su defensora, María Noriega. El ahora condenado había sido detenido cerca de las 3 del lunes pasado a bordo de un Renault 12 que conducía en el interior del Loteo Municipal, en Las Chacritas, 9 de Julio. Guerra es hermano de Alejandro Rafael Guerra (31), un joven con retraso madurativo que fue hallado muerto de tres puñaladas el 16 de octubre pasado en un descampado contiguo del barrio Taranto. Además de matarlo, esa vez le habían robado un teléfono celular y la moto, que luego vendieron en Caucete. Los acusados del crimen son Axel Tobías Zárate (19) y un menor de 17 años. El lunes, la madre de Zárate llamó al 911 para decir que sus hijos le habían dicho que Walter Guerra había pasado por su casa en auto y, temblando, le mostró un arma. Instantes después Guerra cayó preso. Su familia entonces salió a negar que hubiera amenazado o intentado hacer justicia por mano propia, y explicaron que el arma era del padre y la tenía por precaución pues los familiares de los supuestos homicidas los viven amenazando. Ayer, sin embargo, Guerra aceptó haber portado el arma sin tener autorización. No fue condenado por amenazas porque las víctimas dijeron no haber tenido miedo cuando les exhibieron el arma.