"Nunca encontraron al que atropelló a mi hijo. Debe ser porque tiene antecedentes y por eso la policía no se molesta en buscar al que le hizo esto. Lo único que pido es justicia, que encuentren al que lo dejó así". Angustiada y mirando a su hijo postrado en una cama que le prestaron del hospital, así reclamaba Miriam Carrizo (48 años, separada) por la situación que ahora atraviesa uno de sus 12 hijos. Y es que en diciembre pasado, ese muchacho de 22 años fue a comprar cigarros en moto y fue embestido desde atrás por un automovilista que se dio a la fuga y lo dejó tirado en un cruce de Rawson. El principal reclamo de esa madre: que la policía atrape al chofer que le dejó una fractura de columna y la médula dañada, que podrían dejar inválido a su hijo, explicó la mujer.
El accidente que dejó gravemente herido a Claudio Pedro Guíñez (22), ocurrió la madrugada del 9 de diciembre último en el cruce de Dr. Ortega y Conector Sur, Rawson. Hasta esa noche, el joven trabajaba ayudando a su tío haciendo algunas changas y era uno de los principales sostenes de su hogar, contó su madre. Pero todo cambió de un momento para otro.
Según el muchacho, le pidió prestada una moto 150cc. a una amiga de su mamá que llegó ese día a visitarlos a su casa del barrio La Estación. De ahí enfiló hasta una estación de servicios de esa esquina a comprar cigarrillos, comentó Guíñez. Ese fue el inicio de la pesadilla.
Un automovilista lo chocó por detrás cuando regresaba a su casa y huyó del lugar. Desde entonces, el joven estuvo internado en terapia intensiva y fue operado para tratar de repararle las serias lesiones, explicó Carrizo.
Recién hace unos días le dieron el alta y lo trasladaron inmovilizado para que siga su recuperación en su casa. Eso fue en parte un alivio para su madre. Pero por otro lado, comenzó otro drama.
Su madre explicó que es pensionada y sobrevive con ese dinero y con el que consigue revendiendo ropa a sus vecinos. Y que la plata que consigue no es suficiente para alimentar a los 7 hijos que conviven con ella. Ni tampoco para mantener su casa, contó la mujer. Y menos, para llevar a rehabilitación a su hijo las tres veces por semana que le ordenaron los médicos, por los altos costos que significa contratar una movilidad especial que lo traslade, agregó.
"A veces no tengo para comer y a veces me las rebusco con $20 para alimentar a mis 7 hijos. Sé que mi hijo (Claudio) ha cometido sus errores y le falló a la ley. Pero es un ser humano y yo como madre le pido a la policía que encuentre al que le hizo esto, que lo detenga. Estoy empeñada hasta la cabeza y no puedo más con los gastos. Y lo peor es que los médicos me dijeron que si vuelve o no a caminar está en manos de Dios", señaló angustiada Miriam Carrizo.