El crimen de Mario Eduardo Rodríguez, el menor de 16 años que murió el último lunes de un disparo policial en su casa de la Villa Morrone, Chimbas, empieza a aclararse de a poco. Fuentes judiciales informaron ayer que la autopsia reveló que el menor falleció a causa de un escopetazo con postas de gomas que recibió en medio del pecho y a corta distancia. Esto tira por tierra la versión de la familia del fallecido, quien había denunciado que durante la pelea un uniformado le disparó 3 veces con su 9mm.

Por otro lado, el juez Benedicto Correa (Primer Juzgado de Instrucción) ahora trabaja para aclarar otro punto clave: establecer cuál de los policías efectuó el disparo. También trascendió que el juez ordenó que secuestraran las armas (Ithacas y pistolas) de los primeros efectivos que llegaron al lugar, como así también los uniformes de dos de ellos.

Según fuentes judiciales, Correa investiga 2 versiones sobre lo que habría originado todo: por un lado, el robo en la casa de una mujer que vive cerca y la otra, de un vecino que fue a increpar al menor tras haberle robado el celular a uno de sus hijos. Luego, una patrulla del Comando Radioeléctrico, al mando de un oficial de apellido Fuentes, persiguió a Rodríguez y en la huida, el menor le habría disparado al policía. Al llegar a la casa del sospechoso, otro sujeto acuchilló en la mano al uniformado y en un forcejeo el menor resultó muerto, informó la Policía.