Sentado en el asiento del conductor, con el arma en sus faldas apuntando hacia arriba, hacia el lado de la ventanilla del auto. Sólo huesos con algo de piel después de siete meses de descomposición, con una fractura en el costado derecho de su cabeza y otra lesión en el hueso de la nuca. Y lo más importante, signos inequívocos (numerosos documentos, la misma ropa) de que esa persona hallada el martes por personal de gendarmería, fue en vida el también gendarme Juan Martín Castro (38), perdido desde el último 24 de setiembre después de una discusión con su esposa en su casa de Barreal, Calingasta, por una supuesta infidelidad del hombre.

Ese cuadro se toparon ayer los policías de Criminalística y de la comisaría 16ta. de Calingasta, comandados por el comisario José Eduardo Gómez. El cuerpo estaba en el Renault 18 verde al final de una huella, dentro de una hondonada a unos 5 km. de el cerro El Puntudo, y a unos 80 km. al Noreste de la Villa Calingasta.

"Todo indica que es Castro y que al parecer se quitó la vida, porque no hay indicios de la participación de terceros, pero hay que esperar el resultado de las pericias", dijo ayer el comisario Gómez.