Buenos Aires, TELAM
Diez días después de que en Wilde, partido de Avellaneda, asesinaran de un tiro a una arquitecta por intentar evitar que robaran su auto, los delincuentes mataron a una maestra que quiso hacer lo mismo y recibió un tiro en la espalda cuando llegaba en su vehículo a su casa en la localidad bonaerense de Derqui, partido de Pilar, el miércoles a las 20.15. Como la semana pasada, anoche hubo otra vez manifestaciones para pedir justicia, cansados de la violenta inseguridad.

Por el brutal crimen de Sandra Almirón (37), anoche había dos detenidos que se atribuían entre sí la autoría del homicidio. Los sospechosos son Sebastián Soto (19), y un chico de 15, quienes habrían actuado con un tercer cómplice también menor.

Walter García, el marido de la maestra, aseguró que su esposa "no se resistió al robo" y que era una "excelente esposa y docente", mientras que el padre de la víctima, Rubén Almirón, dijo que "era muy buena, gente de la que tiene que haber en el país", dijo, pero criticó duramente a la presidenta: "Me han matado a mi hija y esta tipa los protege y les da un premio, les da plata para que se queden en la cama echados", disparó, en alusión a los subsidios oficiales de 180 pesos por hijo.

¿Por qué mataron a Almirón. "Uno de los delincuentes le disparó un balazo en la espalda. No sabemos si fue porque la mujer pretendió resistirse, porque quiso escapar, porque se le escapó el tiro, o si fue porque sí", dijo un jefe policial. Una fuente judicial aseguró en cambio que el posible detonante del balazo fue que Sandra "se asustó, gritó y quiso escapar" hacia el interior de su casa.

La mujer cayó al piso y fue llevada a un hospital por un vecino, pero murió en el camino. Ese vecino fue clave para la captura de los sospechosos.